Un estudio publicado este jueves sobre el uso de la hidroxicloroquina en Brasil para tratar la covid-19 concluyó que el medicamento es ineficaz contra esa enfermedad, contradiciendo al presidente Jair Bolsonaro, que lleva meses defendiendo su uso.

El ensayo clínico, realizado en 55 hospitales brasileños y publicado en el New England Journal of Medicine, consistió en comprobar si la hidroxicloroquina mejoraba la salud de los pacientes con casos leves y moderados de covid-19, sola o combinada con el antibiótico azitromicina.



El gobierno de Brasil recomienda desde mayo a los médicos del sistema público de salud que prescriban hidroxicloroquina o cloroquina, un medicamento parecido que se usa contra la malaria, junto con la azitromicina para tratar a los enfermos de covid-19.

Al igual que su homólogo estadounidense, Donald Trump, al que admira, Bolsonaro defiende el uso de la hidroxicloroquina contra la enfermedad.



El líder ultraderechista ha afirmado que tomaba ese tratamiento tras contagiarse del nuevo coronavirus este mes.

Varios ensayos controlados aleatorizados, que se consideran la forma más fiable de investigación clínica, concluyeron que el medicamento es ineficaz contra la covid-19 y puede provocar efectos secundarios dañinos para la salud.

La prueba realizada en Brasil llegó a la misma conclusión. El país sudamericano de 212 millones de habitantes se ha convertido en el mayor laboratorio de pruebas de medicamentos contra el coronavirus, debido en parte a la política del gobierno de Bolsonaro.

«Entre los pacientes hospitalizados con covid-19 entre leve y moderada, el uso de hidroxicloroquina, sola o con azitromicina, no mejoró la situación clínica tras 15 días, en comparación con cuidados habituales», afirmó el estudio realizado por científicos de la llamada Coalición COVID-19 Brasil.

Entre los miembros de ese grupo hay dos institutos de investigación y seis hospitales, incluido el Albert Einstein de Sao Paulo, considerado uno de los mejores de América Latina.

La prueba, realizada con 667 pacientes, permitió comprobar que quienes recibieron hidroxicloroquina habían desarrollado marcadores clínicos que incrementaban su riesgo de sufrir problemas cardíacos o de hígado.

Los autores reconocieron, sin embargo, que el estudio tiene varias limitaciones, como el hecho de no ser «ciego», es decir, que los pacientes y los médicos sabían quiénes formaban parte del grupo de control y quiénes recibían el tratamiento.

«El ensayo no puede descartar definitivamente un beneficio significativo del medicamento probado ni un daño sustancial», indicaron sus autores.