Francia presenta este jueves un gigantesco plan para reactivar la economía, azotada por el coronavirus, con el que busca revertir la caída del crecimiento y evitar los despidos masivos en las empresas en dificultades.

El gobierno del presidente Emmanuel Macron inyectará 100.000 millones de euros (120.000 millones de dólares) en dos años en la economía, para contrarrestar el devastador impacto del coronavirus en un momento en que se multiplican los rebrotes de covid-19 en el país.



La suma, una combinación de gastos y desgravaciones fiscales, es cuatro veces mayor que la cantidad que Francia gastó hace más de un decenio para hacer frente a la crisis financiera mundial, y representa un tercio de su presupuesto anual, dijo el primer ministro Jean Castex.

El objetivo es volver en 2022 a los niveles de actividad anteriores a la crisis e intentar frenar los despidos, que este año podrían alcanzar los 800.000.



El primer ministro francés, Jean Castex, habla con la prensa en Saint Denis, a las afueras de París, el 2 de septiembre de 2020

El objetivo es «crear en 2021 160.000 empleos», detalló el jueves Castex en una entrevista con la radio RTL, en la que llamó a las empresas del país a hacer un esfuerzo en este sentido.

Las medidas para los próximos dos años incluyen recortes del impuesto a las empresas por un valor de 10.000 millones de euros.

El empleo juvenil también es un objetivo importante del gobierno, con 6.500 millones de euros destinados a fomentar la contratación de los más jóvenes.

Más allá de las medidas de emergencia, el gobierno también espera estimular la inversión en tecnologías verdes, y ayudar a algunos sectores económicos como el de la salud a ser más competitivos.

El impacto del virus ha sumido a la economía francesa en su peor crisis desde 1945, con un Producto Interno Bruto (PIB) que se desplomó un 13,8% en el segundo trimestre, después de una caída de más del 5% en el primero.

Según las previsiones del gobierno, el PIB se contraería en un 11% este año.

Fuente: AFP