El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue hospitalizado la noche del viernes para ser tratado contra la covid-19 pero aseguró estar «bien», luego de que la espectacular noticia de que contrajo el coronavirus detuviera en seco su campaña a un mes de las elecciones del 3 de noviembre.

Tras no ser visto en público desde su sorpresivo anuncio de que él y su esposa Melania dieron positivo de coronavius, el mandatario salió de la Casa Blanca caminando, sin decir una palabra y portando una mascarilla para ser trasladado en helicóptero al hospital militar de Walter Reed, a las afueras de Washington.



En un video de 18 segundos grabado en la mansión presidencial y difundido poco después en Twitter, Trump rompió el silencio informando que iba a ser hospitalizado. «Creo que estoy muy bien», dijo.

«Pienso que todo va bien. Gracias a todos. AMOR!!!!», tuiteó en la medianoche del viernes.



Según su portavoz, Kayleigh McEnany, la hospitalización, que debe durar unos días, fue decidida por «precaución» y por recomendación de expertos médicos. Trump trabajará «desde las oficinas presidenciales» del hospital, precisó.

McEnany indicó más tarde en un comunicado que el mandatario estaba recibiendo el antiviral remdesivir. «El presidente no necesita oxígeno suplementario», añadió.

La incertidumbre se cierne sobre la campaña del mandatario republicano, rezagado en las encuestas frente a su rival demócrata Joe Biden, quien volvió al ruedo electoral.

Trump no bebe ni fuma. Pero con 74 años y más de 100 kilos es considerado población de riesgo ante el coronavirus, que deja más de 207.000 muertos en Estados Unidos, el país más afectado del mundo por la pandemia.

El médico de la Casa Blanca, Sean Conley, indicó que el 45° presidente de Estados Unidos, con «fatiga» y de «buen ánimo», recibió una dosis del cóctel de anticuerpos Regeneron, un tratamiento intravenoso que se encuentra en etapa de ensayos clínicos y no obtuvo aún luz verde de los reguladores.

Los expertos destacaron el peligro de administrar al hombre más poderoso del mundo un medicamento prometedor, pero sobre el cual hay pocas pruebas sobre los posibles efectos secundarios.

Con pacientes de edad avanzada «generalmente soy muy cauta con cualquier cosa que sea experimental», dijo a la AFP Carla Perissinotto, una geriatra de la Universidad de California en San Francisco.

El jefe de gabinete de la Casa Blanca Mark Meadows habla con los medios en la Casa Blanca, en Washington, el 2 de octubre de 2020

El presidente estadounidense, que no dejó de minimizar los riesgos de la pandemia y multiplicó sus mítines con frecuencia en desmedro de las reglas sanitarias, anunció él mismo por Twitter la madrugada del viernes este giro sensacional en una campaña ya bastante tensa.

Los funcionarios de la Casa Blanca, aunque evocan «leves síntomas», insisten en que el mandatario sigue controlando al país.

«Obviamente se lo toma en serio, pero es un luchador, sé que sigue trabajando», dijo a Fox News su hijo Don Junior, quién aseguró que habló con su padre el viernes por la mañana.

– «No se trata de hacerse el duro» –

En concreto, la campaña de Trump se detuvo.

El equipo del presidente, que con frecuencia se jacta de una salud de hierro, anunció que todos los eventos previstos pasarán a ser virtuales o se postergarán temporalmente.

El mandatario es criticado por su manejo de la crisis sanitaria en el país. Es acusado de falta de empatía hacia las víctimas del virus y de enviar mensajes contradictorios sobre su gravedad, los tratamientos y las recomendaciones de los expertos para contenerlo, especialmente el uso de tabapocas.

El candidato demócrata Joe Biden en un evento de campaña en Grand Rapids, en Michigan, el 2 de octubre de 2020

Luego de desear una «pronta recuperación» a Donald y Melania Trump, Biden, que dio negativo al virus, asomó un golpe.

«No se trata de hacerse el duro. Se trata de hacer su parte. Usar mascarilla no solo lo protege a uno sino a quienes nos rodean», dijo el exvicepresidente de 77 años en un evento en Grand Rapids, en Michigan, un estado clave para llegar a la Casa Blanca.

El candidato demócrata mantuvo sus eventos de campaña tres días después de compartir escenario del primer debate presidencial con su rival republicano. El segundo duelo, previsto para el 15 de octubre, en Miami, está en duda.

Más allá, algunos observadores ya se interrogan sobre las consecuencias institucionales de un impedimento hipotético del presidente: el vicepresidente Mike Pence tomaría las riendas del país y de la campaña republicana.

– «Ustedes ganarán» –

En lo inmediato, Pence, que dio negativo el viernes, seguirá con sus actos de campaña.

El doctor Daniel Griffin, un especialista en enfermedades infecciosas, dijo a AFP que Trump tiene 20% de probabilidades de desarrollar una enfermedad grave que requiriera oxigenación, teniendo en cuenta su edad y peso.

La primera alerta provino la noche del jueves de la prueba positiva de Hope Hicks, la cercana colaboradora de Trump, que viajó con él martes y miércoles.

Trump se sumó a la lista de líderes mundiales que tuvieron covid-19, que incluye al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro; al primer ministro británico, Boris Johnson; y a la mandataria interina de Bolivia, Jeanine Áñez, entre otros.

La enfermedad de Trump generó nerviosismo entre los inversionistas bursátiles globales y Wall Street cerró en baja.

Putin, Obama, Merkel e incluso Kim Jong Un: el presidente estadounidense recibió mensajes de apoyo de todo el mundo. «Con fe en Dios, pronto estarán recuperados y su conducción del país y su campaña de reelección no serán perjudicados», escribió en Facebook Bolsonaro, un férreo aliado de Trump.

«Ustedes ganarán y saldrán más fuertes, por el bien de EEUU y del mundo».

Y en las redes sociales, los comentarios se intercambiaban entre la empatía por la salud del mandatario y las críticas con mucha ironía -«karma»- que recordaban el desdén mostrado por el millonario adverso a los gérmenes frente a la pandemia.

Fuente: AFP