Aunque hoy es una de las presentadoras de TV más queridas y vive una verdadera historia de amor, la vida de Francisca Lachapel no siempre fue color de rosa. Originaria de República Dominicana, la conductora de Despierta América no llegó a Estados Unidos con las puertas de la fama abiertas, de hecho tuvo que recorrer un difícil camino para encontrar el éxito. Pero aún en los momentos más complicados, jamás perdió la fe y su sonrisa le ayudó a entrar en el corazón de la gente adecuada.
Lo que Francisca no sabía era que el carisma de una persona puede más que la belleza física. Y ella, aún con el tono de piel y orígenes que pensaba no la hacían merecedora del éxito, logró cautivar a los jueces del certámen con su alegría. Al ganar la corona en 2014, la vida de Francisca cambió por completo y hoy vive el sueño que desde niña sabía que se haría realidad.
Una vida que desde niña sabría que tendría
Muy dentro de ella, Francisca Lachapel sabía desde pequeña que triunfaría y que los sueños que tenía se harían realidad. Aunque no sabe exactamente cómo explicarlo, la dominicana visualizaba lo que hoy tiene, y estaba tranquila porque en el futuro sabía que todo estaría bien.
“Esta vida que yo tengo en mi corazón yo sabía que la iba a tener… Hasta me soñaba con momentos que yo he vivido”, reveló contenta por el buen camino de su destino. ¡Y lo que falta!