La leyenda argentina del fútbol Diego Maradona fue ingresado este lunes a una clínica privada de la ciudad de La Plata, al sur de Buenos Aires, para someterlo a chequeos médicos, informó la prensa local.
Según citan diversos medios argentinos, su internación no tiene relación con la pandemia de coronavirus.
Maradona, actual DT de Gimnasia y Esgrima La Plata, había acudido el viernes a dirigir a sus jugadores en el día de sus cumpleaños 60, pero tras permanecer unos minutos en la cancha se retiró ayudado por sus asistentes.
«Me parte el alma verlo así», había escrito el día siguiente en Twitter Gianninna Maradona, una de las dos hijas que tuvo de su matrimonio de 24 años con Claudia Villafañe, de la que se divorció en 2000.
Con tapabocas y paso vacilante, Maradona había ingresado a la cancha el viernes adonde fue homenajeado por su cumpleaños, aunque se lo vio con muchas dificultades para caminar.
Según allegados, su internación tiene como objetivo realizar ajustes en su medicación.
Su presencia había estado en duda debido a que uno de sus custodios había presentado síntomas compatibles con covid-19, aunque las pruebas resultaron negativas.
Según fuentes allegadas a Maradona, la internación tiene que ver con el estado anímico del ’10’ más que con su condición física.
Maradona reside en Brandsen, al sur de la ciudad de Buenos Aires y a sólo 10 minutos de Estancia Chica, el centro de entrenamientos de Gimnasia.
En esa casa ha permanecido desde que se inició el confinamiento en Argentina por la pandemia en marzo pasado.
Allí Maradona cumple una rutina de ejericios físicos y kinesiología supervisada por su médico personal.
El viernes recibió una lluvia de saludos por su 60 cumpleaños de personalidades del ámbito deportivo nacional e internacional así como también del mundo de la política, el arte y la cultura.
A lo largo de su vida tuvo muchos problemas de salud, algunos relacionado con una vida de excesos que lo llevaron incluso al borde de la muerte.
En 2000 tuvo una crisis cardíaca por sobredosis en el balneario uruguayo de Punta del Este y le siguió un largo tratamiento con altas y bajas en Cuba.
En 2004, y con más de 100 kilos de peso, otra crisis cardíaca y respiratoria lo sorprendió en Buenos Aires, pero se recuperó.
Tras una cirugía de estómago logró bajar 50 kilos.
En 2007 el exceso de consumo de alcohol motivó una nueva internación por una hepatitis tóxica.
Su último problema de salud fue en las rodillas, por lo que debió someterse a cirugías para colocarse prótesis.