La escena terminó cuando un guardia de seguridad la sacó del lugar. No se informa sobre los motivos que desataron la ira de la mujer. Los testigos comentaron que no dijo ni una sola palabra, y que tenía la mirada ausente. Uno de los presentes le pidió que se tranquilizara, y en respuesta ella le arrojó una botella de ginebra que le impactó en la pierna.
La mujer fue trasladada a un hospital, donde recibió tratamiento por los cortes y posteriormente la Policía la arrestó. Se estima que rompió unas 500 botellas y que los daños materiales ascienden a las 100.000 libras esterlinas (unos 133.000 dólares), incluyendo la mercancía destrozada, la pérdida de ingresos por el cierre temporal del local y el costo de un nuevo revestimiento del piso.