El número de periodistas asesinados en represalia por su trabajo se duplicó en 2020, con 21 casos frente a los diez del año pasado, dijo el martes el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
México sigue siendo uno de los países más peligrosos para la prensa, con al menos cinco reporteros asesinados en represalia por su trabajo, agregó la organización en un comunicado.
Si bien los grupos criminales son los más sospechosos de estos asesinatos, el CPJ recuerda la «espantosa» ejecución del periodista y opositor iraní Rouhollah Zam el 12 de diciembre, cuyo ahorcamiento provocó una protesta mundial.
Zam fue acusado de tener un papel activo en la protesta del invierno boreal de 2017-18 en Irán.
Debido a la pandemia y las consiguientes restricciones de viaje, el número de periodistas muertos en combate o fuego cruzado se ubicó en su nivel más bajo desde 2000, con tres reporteros muertos al 15 de diciembre, todos en Siria, por presuntos ataques aéreos rusos, según el CPJ.
Otros seis periodistas murieron en misiones peligrosas, dos de ellas en Irak, lo que eleva a al menos 30 el número de informadores asesinados este año, según la organización.
El CPJ señaló asimismo que aún investiga las causas de la muerte de otros 15 periodistas en 2020.
«El hecho de que los asesinatos vayan en aumento y que el número de periodistas encarcelados haya alcanzado un número récord este año, es una clara demostración de que la libertad de prensa está bajo un ataque sin precedentes en medio de una pandemia», dijo el Director Ejecutivo del CPJ, Joel Simon.
«Debemos trabajar juntos para revertir esta terrible tendencia».
A mediados de diciembre, el CPJ informó que un número récord de periodistas había sido encarcelado en 2020, en coincidencia con conclusiones de la organización Reporteros sin Fronteras.