Muchos sueñan con ganar millones en la lotería. Pero, ¿y si la bendición acaba siendo una maldición? En los Estados Unidos se venden al año 80.000 millones de boletos de lotería y tarjetas para raspar. Y no todos los ganadores llevan bien ser ricos de la noche a la mañana.



David y Erica tuvieron un golpe de suerte y ganaron 62 millones de dólares. De repente se convirtieron en las personas más ricas de su distrito. Sin embargo, decidieron no enloquecer y mantener los pies en la tierra. El caso de Jack, un enfermero de 51 años, es completamente diferente. Recién entró en el mundo de los millonarios, renunció a su trabajo y se sumergió en una vida de lujo y despilfarro. Pero las tentaciones de ganar la lotería no están exentas de riesgos. Un tercio de los ganadores termina en la ruina. ¿Qué hace tan atractiva esta forma de juego? ¿Cómo vive la gente con una riqueza inesperada?