Por Robert Vargas: Cuando “la juventud independiente” y “luchadora por la libertad y la democracia” tomó la Plaza de la Bandera, todo lo que la multitud hacía era aplaudido con furor o, simplemente, se dejaba pasar “como si nada ocurriera”.

Después de todo, esa juventud estaba “luchando por la libertad y la democracia” contra la “dictadura” de Danilo Medina.



Los pocos medios que se atrevían a reseñar lo que en realidad allí estaba ocurriendo de inmediato recibían una andanada de críticas de los “opositores a la dictadura morada”.

El asunto cobró tal magnitud, que esa misma “juventud independiente” tomó el control de la plaza y, con un exponente urbano como líder, se hicieron de carteles hechos a mano y los levantaron bien alto para que todos lo vieran.



Uno de esos carteles decía, literalmente, “Danilo MMG”, y todos quienes leen estas líneas saben perfectamente lo que eso significa.

Pero los “luchadores por la libertad” no se limitaron a levantar esos carteles, sino que tocaron tambores y redoblantes y, de forma rítmica y ruidosa, gritaban una y otra vez:

-“¡Danilo, MMG”.

Esa ofensa a la figura del presidente fue tomada como un chiste por todos porque, desde su punto de vista, combatían “la dictadura”.

La ola estaba en su apogeo y todo era permitido contra “el dictador” Danilo Medina.

Nadie fue arrestado por esa ofensa a la figura del Presidente de la República, que en ese momento era Danilo Medina.

Ya la euforia de la Plaza de la Bandera pasó y ahora el país está inmerso en una crisis sanitaria que ha obligado a las autoridades a decretar el confinamiento parcial.

En esas circunstancias, un hombre joven subió al techo de una vivienda, prendió su aparato de música y se puso a tomar unos tragos.

–“Oye, Abinader HDTMM, como quiera estoy gozando, pero en mi casa. HDTMM”, dijo el individuo, del que luego se ha conocido que es un vecino de Higüey.

Ese clip de vídeo, que él mismo se hizo, se convirtió rápidamente en viral, y poco después la policía lo arrestó y lo puso a grabar otro vídeo en el que pide disculpas al presidente Abinader y a su familia y recomienda a las demás personas que no imiten su ejemplo.

En los dos casos, el de la Plaza de la Bandera y el de Higüey se trata de ofensas a la figura del Presidente.

Entonces, ¿porqué lo que hicieron en la Plaza de la Bandera merecía ser aplaudido, y lo sucedido en Higüey censurado?

Esto demuestra la existencia de una doble moral. La ofensa al supuesto “dictador” Medina era correcta, pero la ofensa al demócrata Abinader, no lo es. ¿?

Y, que conste, el “dictador” no arrestó a nadie por el insulto en su contra por una razón sencilla: en caso de haberlo hecho, esa acción habría sido tomada de inmediato, y denunciada, como supuesta una muestra de la “intolerancia de la dictadura”.

Ahora los dominicanos están en “democracia”, entonces, el arresto del que ha ofendido la figura del presidente es una muestra…. ¿De qué?

¿Una ofensa es correcta y la otra no?