Santo Domingo. El expresidente Hipólito Mejía consideró que los países desarrollados, de disciplina, han tenido una expansión inexplicable del Covid-19, dándole duro, entonces “como dice un amigo mío, si no te mata el covid-19, te mata el hambre, por eso, no podemos estar encerrados porque la economía tiene que estar activa, pero hay que cuidarse.

Al que le da, debe llevar el tratamiento. “Yo me cuido con todo y que me dio, consumo berro, jengibre, mil, cúrcuma, muchísimos productos naturales, me inyecto ozono. Hasta que tengamos la vacuna, debemos cuidarnos”, dijo.



Encuanto a la explotación minera, el dirigente del PRM dijo que se debe convivir protegiendo la naturaleza y explotando adecuadamente los recursos mineros, sin nunca olvidar nunca que la producción de alimentos y la protección del medio ambiente no se negocia.

Puntualizó que “Las minas están dando mucho dinero, como ocurrió con la de oro, que el año pasado nos aportó dos mil millones de dólares; la Falconbridge entregó entre 800 y 900 millones de dólares; hay una mina nueva que las gentes no saben que existe, adquirida por los chinos en San Juan, que podrá producir dinero.”



“Digo esto, sin olvidar que con la alimentación no se puede jugar, que no es un relajo, se trata de lo primero, al igual que los recursos naturales, pero donde sea compatible con la explotación minera, hay que hacerlo”, dijo al hablar en el Programa “Desafíos por TV” que produce de lunes a viernes por Digital 15 Adriano Sánchez Roa.

Los invernaderos son el futuro:

El también ex Secretario de Estado de Agricultura del gobierno de Antonio Guzmán indicó que cuando él empezó a promover los invernaderos prácticamente no había producción de este tipo, y que hoy son una realidad que va creciendo; además que sin los invernaderos no hay futuro en el país y en el mundo.

Mejía puso como ejemplo “el éxito de la producción China que es con base en los invernaderos”; que la producción más exitosa en Canadá y Europa, en el frío, son los invernaderos, en tanto que Armería de España, con los invernaderos tienen el ingreso percápita más elevado del mundo, esta zona produce entre 13 y 15 mil millones de euros, para Europa y el mismo España.

El expresidente Constitucional de la República explicó que en el país se ha ido muy lento con los invernaderos; que empezamos primero que México, y ya éste vende US$4,500.0 millones a los Estados Unidos, mientras aún no nos expandimos en grande, acorde con las condiciones que poseemos.

“Se debe entender que el mejor producto debe irse para la exportación, el de segunda calidad al consumo interno y el de tercera al procesamiento, ya que un objetivo esencial es que el productor gane recursos suficientes y el consumido se alimente bien, así como vemos el aguacate que ya es una realidad, en tu provincia hay buenas fincas”, señaló.

El ex presidente Mejía argumentó que las más importantes empresas multinacionales tienen grandes tecnologías, fruto de investigaciones, que debemos adaptar, de países como los Estados Unidos, Italia y otros, e igualmente lograr propias en el país, puesto que la investigación es fundamental para lograr una buena agricultura.

“Aquí hay cierta investigación, pero debemos volver a tener muchos investigadores, técnicos con mentalidad de sacrificio, porque es un proceso largo donde los resultados se ven con los años, cuando alcanzan las nuevas tecnologías; la investigación devuelve los recursos invertidos y más, lo único es que lo hace a largo plazo”, consideró.

Haití:

Al saludar la reunión de los presidentes dominicano, Luis Abinader, y haitiano Jovenel Moïse, explicó que se debe entender las debilidades del pueblo de haitiano y sin ser demagogo, pues Haití es el segundo destino de la exportación dominicana, y que en la construcción, agricultura y otras áreas de la economía los haitianos aportan en la mano de obra.

Reveló que cuando el expresidente George Bush le preguntó qué podía hacerse para consolidar la democracia haitiana, él le dijo que para ayudar la democracia de haití, los Estados Unidos y Francia, que tienen compromisos, deben aportar recursos para su desarrollo, ya que los haitianos llevan cientos de años así, sin cambiar, y deben respetarse sus formas, mientras no nos perjudiquen y cuidando nuestras fronteras como se hace.