El futbolista Rosbin Ramos del Batanecos FC, de la tercera división de Guatemala, simuló una agresión golpeándose a sí mismo en la cabeza con un pequeño objeto arrojado desde las tribunas y rodando luego en el suelo fingiendo un intenso dolor.
El hecho sucedió durante un partido en momentos en que el árbitro discutía con un grupo de jugadores con el juego detenido. La insólita actuación del futbolista, sin embargo, fue ignorada por los jueces y no le ayudó al equipo de Ramos, que terminó perdiendo 1-3.