Italia se preparaba el viernes a un nuevo confinamiento para frenar el repunte del covid-19, mientras Estados Unidos parecía ver la luz al final del túnel, con la esperanza del presidente Joe Biden de volver a la normalidad en julio.

El gobierno italiano, reunido el viernes en gabinete, estaba a punto de anunciar el cierre de escuelas, bares y restaurantes en la mayor parte del país a partir del lunes, mientras los hospitales amenazan con verse desbordados. 



Italia, que esta semana superó la barrera de las 100.000 muertes por el virus, vive un fuerte aumento de contagios y decesos, en gran parte debido a la variante británica, según los médicos. 

Aunque el país puso en marcha su plan de vacunación a finales de diciembre, las entregas se han ralentizado considerablemente y solo 1,8 millones de personas –de una población de 60 millones– habían recibido dos dosis de vacuna hasta el viernes.



En Estados Unidos, al contrario, los espectaculares avances en la vacunación dieron al presidente Joe Biden motivos para ser optimista y pensar que los estadounidenses tendrán «buenas opciones» de celebrar su habitual fiesta del 4 de julio.

El país, que ya hizo pedidos suficientes para vacunar a todos los adultos a finales de mayo, eliminará gradualmente las restricciones de edad para que todos los adultos puedan recibir la vacuna antes del 1 de mayo.

 

– Temores en torno a AstraZeneca –

 

En la Unión Europea se acaba de aprobar una cuarta vacuna, la de Johnson & Johnson, que podría acelerar las campañas de inmunización, con la vacunación de 200 millones de europeos, según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Pero entre las que están autorizadas, la del laboratorio anglosueco AstraZeneca se vio afectada por temores relacionados con la formación de coágulos, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró el viernes que no hay razón para dejar de vacunar con ella.

«Sí, deberíamos continuar utilizando la vacuna de AstraZeneca (…) no hay razón para no utilizarla», declaró Margaret Harris, una vocera de la institución.

Después de que Dinamarca, Islandia y Noruega suspendieran el uso de esta vacuna, también lo hizo Bulgaria. Por su parte Tailandia decidió retrasar el lanzamiento de su campaña de vacunación con AstraZeneca, que iba a empezar el viernes.

El país asiático, que hasta ahora logró contener la pandemia (26.000 casos y 85 muertes), espera ahora las conclusiones de Dinamarca y Austria para utilizar sus dosis del fármaco.

La Agencia Nacional de Salud danesa pidió prudencia ante «los casos graves de coágulos en personas vacunadas», aunque «por el momento» no se ha establecido una relación entre la vacuna y los coágulos.

A principios de esta semana, Austria dejó de administrar un lote de AstraZeneca después de que una enfermera de 49 años muriera por «graves trastornos de coagulación» pocos días después de ser vacunada.

Estonia, Lituania, Letonia, Luxemburgo e Italia también dejaron de utilizar ese lote.

El laboratorio anglosueco y el gobierno británico reaccionaron el jueves para defender una vacuna «segura» y «eficaz», mientras que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) afirmó que el riesgo de coágulos no era mayor en los vacunados.

 

– «El momento más crítico» –

 

En Alemania, las autoridades sanitarias informaron de un fuerte aumento de los contagios, alarmadas ante la aparición de una «tercera ola».

Portugal, por su parte, presentó un plan de desconfinamiento gracias a tener «uno de los niveles de contagio más bajos de Europa».

La Comisión Europea, preocupada por «varios puntos calientes», anunció que prorrogaba hasta finales de junio su mecanismo de control de exportaciones de vacunas, impuesto desde finales de enero.

Un año después de que la OMS decidiera calificar el covid-19 de pandemia, el virus ha matado a más de 2,6 millones de personas en todo el mundo, según el último recuento de AFP.

Los países más afectados son Estados Unidos y Brasil, que en las últimas 24 horas volvió a superar por segunda vez los 2.000 decesos diarios, llevando su número total de fallecidos a más de 272.000.

El estado de Sao Paulo anunció el jueves la imposición de un toque de queda nocturno y la suspensión de torneos deportivos para enfrentar «el momento más crítico» de la pandemia en el gigante sudamericano.

Chile, la región Metropolitana –a la que pertenece Santiago– dio un paso atrás e impuso en lo que queda de marzo una cuarentena parcial, con confinamiento domiciliario obligatorio los fines de semana.

En cuanto a la investigación, los avances continúan: la empresa biotecnológica estadounidense Novavax confirmó que su vacuna era un 89% eficaz contra el covid-19, pero que su eficacia se reducía considerablemente contra la variante sudafricana, mientras que el grupo farmacéutico francés Sanofi anunció el lanzamiento de los primeros ensayos en humanos de su segundo proyecto de vacuna.