El embajador de China ante la UE, Zhang Ming, advirtió el martes al bloque contra la imposición de sanciones, en momentos en que los países del grupo discuten como responder a las denuncias sobre la represión a la minoría uigur.

«Quiero enfatizar que las sanciones representan una confrontación. Las sanciones basadas en mentiras podrían interpretarse como un socavamiento deliberado de los intereses de seguridad y desarrollo de China», dijo el embajador durante una videoconferencia con el grupo de expertos del Centro de Política Europea, con sede en Bruselas.



«Queremos diálogo, no confrontación. Pedimos a la UE que lo piense dos veces. Si algunos insisten en la confrontación, no retrocederemos, ya que no tenemos más opciones que cumplir con nuestras responsabilidades para con la gente de nuestro país», reforzó.

Los estados miembros de la UE discuten planes para expandir el régimen global de sanciones de derechos humanos, que este mes fue aplicado por primera vez para castigar a cuatro funcionarios rusos por el encarcelamiento del opositor Alexéi Navalni.



Diplomáticos europeos expresaron la confianza en que los cancilleres de los 27 países del bloque acuerden, en una reunión el lunes, agregar un pequeño número de personas o entidades de China a la lista de sancionados, por el tratamiento a los uigures y otras minorías musulmanas.

También se espera que funcionarios de otros países -incluidos Rusia, Corea del Norte y Eritrea- se vean afectados por el congelamiento de eventuales activos en territorio europeo y la prohibición de visas.

Grupos de derechos humanos creen que al menos un millón de uigures y otras minorías, en su mayoría musulmanas, han sido encarceladas en campamentos en la región noroeste de China, donde el gobierno de Pekín también es acusado de esterilizar a mujeres por la fuerza e imponer trabajo forzoso.

China ha negado enérgicamente las acusaciones de trabajo forzoso que involucran a uigures en la región de Sinkiang y afirma que los programas de capacitación, planes de trabajo y una mejor educación han ayudado a erradicar el extremismo en la región.

La UE enfrenta un delicado equilibrio en sus relaciones con China, ya que trata a Pekín como un rival y también como un socio económico potencial.

A fines de 2020 la UE y China sellaron un importante pacto sobre protección de inversiones que fue negociado durante siete años pero que es objeto de fuertes presiones por parte del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, que busca formar un frente unido contra Pekín.