Piense en alguien con quien disfruta pasar tiempo. Una cierta calidez emana del alma de esa persona, invitándole a descansar y a ser usted mismo, ¿no es así? Ese algo tranquilizador tiene nombre; se llama “benignidad”. En este mensaje, el Dr. Stanley profundiza en cuanto a la naturaleza irresistible de la bondad —cómo nos demuestra Dios dicha cualidad y cómo debemos imitarlo en nuestras relaciones terrenales. Apóyese en la bondad inagotable del Señor, y vea cómo esta se multiplica en su vida y se vuelve evidente para los que le rodean.



Este mensaje fue grabado antes de la crisis de COVID-19. Para proteger a nuestro personal y a la comunidad, estamos siguiendo las pautas de seguridad y practicando el distanciamiento social. Apreciamos su comprensión.

Fuente Encontacto.org