La Justicia brasileña decidió este martes que los condominios residenciales pueden prohibir a los residentes alquilar sus propiedades a través de plataformas digitales como Airbnb, en una decisión que podría sentar jurisprudencia para casos similares.

El fallo se remonta a un caso surgido en 2019, cuando los vecinos de un edificio de la ciudad brasileña de Porto Alegre, en el sur, presentaron una acción judicial contra este tipo de alquiler bajo el argumento de que estaban en contra de las reglas establecidas en la convención del condominio.



En un juicio inédito, la Cuarta Sala del Superior Tribunal de Justicia (STJ) estableció por 3 votos a 1 que la comunidad de vecinos sí puede prohibir a un propietario el arrendamiento de su inmueble a través de la aplicación, lo que podría determinar el futuro de Airbnb en el país.

El proceso empezó a ser analizado por la corte en octubre de 2019, cuando el instructor del caso, el juez Luís Felipe Salomão, votó contra la prohibición, bajo el argumento de que vulneraría el derecho de propiedad garantizado en la Constitución.



Este martes, Salomao abogó que dichas restricciones se oponen a los avances de la sociedad moderna y que los alquileres a través de Airbnb y otras plataformas virtuales estimulan los derechos a la libre competencia.

Sin embargo, los tres magistrados restantes que participaron en el juicio divergieron del instructor del caso, al considerar que los propietarios no alquilan solamente sus unidades, pero también todas las áreas comunes del edificio, como piscinas, gimnasios y salones de fiesta.

En ese sentido, el juez Raul Araújo defendió la autonomía de las normativas internas de los edificios residenciales y consideró que el alquiler de unidades enteras o solo de habitaciones supone un riesgo a la seguridad de los demás residentes.

El voto de Araújo fue acompañado por la jueza Isabel Gallotti, quien destacó que en un condominio «hay mayor preocupación con la seguridad y actividades de los empleados del edificio que pueden verse impactadas».

Por su parte, el magistrado Antonio Carlos Ferreira igualmente votó a favor de la autonomía vecinal, aunque ponderó que el juicio no se trata de la legalidad del Airbnb, sino de la posibilidad de que la comunidad de vecinos vete o no los alquileres por medio de esa plataforma.

«La convención (del edificio) tiene poderes para regular y vetar esa clase de uso no residencial del inmueble», sentenció.

Airbnb opera en Brasil desde 2012 y desde entonces ha ganado terreno en el mercado local, pese a que sus números en el país siguen bastante más modestos si se compara con las exorbitantes cifras registradas en algunas de las principales ciudades europeas.