SANTO DOMINGO.- Este sábado se cumplen 56 años de la revolución de abril de 1965, un movimiento cívico-militar que se caracterizó por la participación activa, militante y armada de las masas populares para restaurar el gobierno de Juan Bosch.

El profesor Juan Bosch es derrocado siete meses después de haberse juramentado como presidente constitucional de la República (el primer presidente electo democráticamente luego de los 30 años de la dictadura Rafael Leonidas Trujillo), el 24 de septiembre de 1964, por una facción de las Fuerzas Armadas liderada por Elías Wessin y Wessin.



Esto sucede tras la promulgación de la Constitución de 1963, que establecía la libertad religiosa y de expresión, la libertad política, el derecho a la vivienda, la igualdad entre hijos naturales y los nacidos bajo matrimonio, así como el retorno de los disidentes políticos y exiliados durante el régimen trujillista.

El gobierno de Juan Bosch fue en gran medida una rareza en la historia dominicana en ese momento, ya que fueron unas elecciones libres, un gobierno liberal, democrático, que expresó su preocupación por el bienestar de todos los dominicanos.



La reforma logó cambios sobre la posesiones de tierra que golpeaba a los terratenientes conservadores y militares, sobre todo cuando se yuxtapuso en contra de tres décadas de autoritarismo somnoliento bajo el régimen de Trujillo.

El sábado 24 de abril de 1965 un grupo de militares y policías, encabezados por el coronel Rafael Fernández Domínguez, se sublevaron en los campamentos militares 16 de Agosto y 27 de Febrero, dando el golpe de estado al Triunvirato y al gobierno de Donald Reid Cabral.

La batalla del puente Duarte fue una de las más sangrientas, pero al final de la misma, las tropas reaccionarias de Wessin y Wessin fueron derrotadas y obligadas a volver sobre sus pasos. Fue tan formidable la participación popular, que muy pronto el aparato militar regular, quedó virtualmente desarticulado por las acciones militares del pueblo en armas. Fue tomada la Fortaleza Ozama en donde se encontraba la odiada Policía Nacional, en su versión de los cascos blancos.

Cuando los constitucionalistas se preparaban para el ataque decisivo contra la base aérea de San Isidro, los sectores conservadores solicitaron a los Estados Unidos su intervención militar, y el 28 de abril se inició el desembarco de 42,000 soldados norteamericanos.

La guerra de abril en 1965 finalizó después de muchas rondas de negociaciones, dirigidas por la Organización de Estados Americanos (OEA), la cual había integrado la llamada Fuerza Interamericana de Paz, donde participaron soldados de diferentes países.

Con información de EL NUEVO DIARIO.