Londres, Reino Unido . Tras varios días de comprometedoras acusaciones contra Boris Johnson por parte de su ex mano derecha, el controvertido Dominic Cummings, el gobierno británico desmintió el lunes una chocante frase atribuida al primer ministro contra un segundo confinamiento el pasado otoño.
«No más confinamientos de mierda, dejemos que los cuerpos se apilen por miles», aseguraba el lunes el diario sensacionalista Daily Mail que había dicho Johnson durante una reunión a finales de octubre.
El rotativo, que no precisó su fuente, aseguró también que Cummings había guardado grabaciones de audio y un registro escrito de las reuniones importantes, antes de tener que dejar Downing Street en noviembre de 2020.
La oficina del primer ministro desmintió esta frase denunciando una «nueva mentira».
Y el ministro de Defensa, Ben Wallace, declaró al canal en Sky News: «No es cierto, ha sido categóricamente negado por prácticamente todo el mundo».
A diez días de unas elecciones municipales y regionales claves para los conservadores, estas afirmaciones se suman a un escándalo político de cabildeo en el gobierno y a una controversia sobre la financiación de la renovación del apartamento de Johnson, según Cummings con dinero de donaciones al Partido Conservador.
El líder de los independentistas escoceses en Londres, Ian Blackford, pidió al mandatario que se explicara ante el Parlamento y lanzó en Twitter que si esos comentarios eran «ciertos» Johnson debería dimitir.
Ante el aumento de los casos de coronavirus en otoño, el primer ministro decidió finalmente imponer un segundo confinamiento de cuatro semanas en noviembre -y posteriormente un tercero de casi cuatro meses a principios de este año- tras una disparada de contagios atribuida a una variante del coronavirus mucho más contagiosa.
El covid-19 ha matado a más de 127.000 personas en el Reino Unido, más que en cualquier otro país de Europa.
Señalado por la prensa como fuente de recientes filtraciones, Cummings, exconsejero principal de Johnson y cerebro de la campaña a favor del Brexit en 2016, había respondido en su blog el viernes arremetiendo contra el primer ministro y cuestionando su integridad.
El lunes debe comparecer ante los diputados el más alto funcionario británico, Simon Case, quien según la prensa se dispone a afirmar que la investigación sobre las filtraciones no exoneró a Cummings a pesar de su desmentidos.