El jefe de gobierno italiano Mario Draghi ilustró este lunes los retos que representa el colosal plan para reactivar la economía financiado por la Unión Europea, mientras arrancó el desconfinamiento con la apertura de bares, restaurantes, cines, museos y salas de conciertos de casi toda Italia.

«Está en juego el destino de Italia, su credibilidad, como país fundador de la Unión Europea y como protagonista del mundo occidental», advirtió Draghi ante la Cámara de Diputados.



El primer ministro presentó el plan de choque para la economía de Italia que deberá ser realizado con los colosales fondos asignados por la Unión Europea.

Italia va a recibir 191.500 millones euros (unos 231.600 millones de dólares) en subvenciones y préstamos y planea usar recursos propios por más de 30.000 millones de euros.



El plan detallado de gastos debe ser enviado antes del viernes a las autoridades de la Unión Europea para que sea aprobado.

«Estoy seguro de que la honestidad, la inteligencia (…) prevalecerán sobre la corrupción, la estupidez y los intereses individuales», comentó Draghi entre aplausos.

 

– «¡Finalmente!», se abre –

 

Después de meses de restricciones, de arrancar y parar de cara a la segunda y tercera ola de covid-19, con un promedio de 300 a 500 muertos diarios, Italia espera que las reaperturas decretadas a partir de este lunes sean irreversibles y marquen el comienzo de una vida normal.

«¡Finalmente!», clamó Daniele Vespa, camarero de 26 años del restaurante Baccano, cerca a la turística Fontana di Trevi de Roma, casi vacía en el último año, resumiendo el sentimiento de uno de los sectores más golpeados por los cierres decretados por la pandemia, que se ha cobrado la vida de casi 120.000 personas.

Sin embargo, el toque de queda a las 22H00, que podría alargarse durante los meses más calientes de julio y agosto, ha sido una de las medidas que ha generado más discordia.

Cerrados desde hace seis meses, las salas de cine han aprovechado la ocasión. El cine Beltradde de Milán (norte) abrió sus puertas a las 06H00 para una sesión inédita de madrugada para 82 personas.

«Fuimos con mi marido. Ha sido una bella locura», contó a la AFP Francesca Pierangela.

«Tengo mucha curiosidad de sentir al público de una sala de conciertos», confesó por su parte el director de orquesta Antonio Pappano, quien dirigía este lunes a las 19H30 a la orquesta de Santa Cecilia en el Auditorium Parco de la Musica de Roma.

Draghi, reconocido economista y ex director del Banco Central Europeo (BCE) y quien tomó el gobierno en febrero, explicó por su parte que asumía un «riesgo calculado» con las aperturas y que las probabilidades de que sean definitivas dependerá del respeto de los protocolos de seguridad y del avance de la campaña de vacunación.

Italia, con una población de 60 millones de habitantes,  está administrando alrededor de 350.000 dosis de vacunas al día, aunque con fuertes disparidades entre regiones.

 

– Terapia de choque –

 

La tercera mayor economía de la zona euro, que perdió el año pasado un millón de puestos de trabajo y registró una caída del PIB del 8,9%, será sometida a una verdadera terapia de choque gracias a los fondos europeos.

Entre las principales prioridades figuran la renovación de buena parte de sus infraestructuras, que incluye construir líneas ferroviarias, autopistas e incluso puertos.

«El gobierno quiere dejar a las nuevas generaciones un país más moderno», adelantó el jefe de gobierno.

Otra partida clave será para la transición ecológica, proyectos de energía con hidrógeno y fuentes renovables así como la digitalización.

Para cerrar la brecha entre el norte desarrollado y el sur pobre de la península, entre hombres y mujeres, y entre generaciones, Italia preparó un plan que constituye todo «un desafío» para un país que dejó de crecer desde hace varios años.

Draghi deberá impulsar en cinco años un notable crecimiento del PIB y además lidiar con la clase política, que por ahora no resulta unida ante el histórico reto.