La pastora Rossy Guzmán Sánchez y el mayor general Adán Cáceres Silvestre se conocieron a través de una «necesidad espiritual que tuvo una de las basternas del jefe de seguridad del expresidente Danilo Medina.

«Cuando esta mujer recibe el milagro, es ahí como comienza el vinculo espiritual, no como se ha querido establecer, luego de esto pasó un tiempo, como a los dos meses más o menos, vuelve a haber otra situación espiritual donde yo tengo que ir a intervenir un caso de salud de otro de los superiores y es ahí cuando el Señor otra vez vuelve a hacer el milagro.



A partir de ese momento y debido a las recurrentes necesidades de varias personas en cuanto a la oración ahí yo vengo involucrándome en el área espiritual en el Cuerpo de Seguridad Presidencial y por vía de consecuencia tengo una relación con el superior o con el comandante de ese regimiento», indicó la pastora al ser entrevistada por Víctor Gómez Casanova en su programa Víctor en vivo, hace mas de 9 meses.

Según consta en la solicitud de medida de coerción del Ministerio Público, Rossy Maybelline Guzmán Sánchez (la pastora) es asimilada de la Policía Nacional, y es acusada, junto al mayor general Adán Benoni Cáceres Silvestres y compartes, de utilizar organizaciones religiosas como escudo para disfrazar operaciones de lavado de activos millonarias.



Indica El Día que de acuerdo con el expediente, los imputados crearon un entramado militar-policial, societario y religioso con la finalidad de utilizar y ocultar sus fines a través de dádivas que no representaban “cantidades de mayor importancia frente a los al menos tres mil millones que obtuvo el entramado”.

De acuerdo con el expediente, los imputados crearon un entramado militar-policial, societario y religioso con la finalidad de utilizar y ocultar sus fines a través de dádivas que no representaban “cantidades de mayor importancia frente a los al menos tres mil millones que obtuvo el entramado”.

Los hilos de esta supuesta trama fueron descubiertos a través de lo que el Ministerio Público ha denominado “Operación Coral”, la cual vincula directamente con la Operación Antipulpo, que dio al traste con la supuesta red encabezada por Alexis Medina, hermano del expresidente Medina.

“Por igual, se distraían millonarios fondos de los viáticos, la compra de combustibles, las raciones alimenticias e inteligencia. La diferencia entre lo pagado y la dádiva iban a distintos miembros de la organización, quienes debían entregarlos a los miembros de la organización”, dice el documento de la solicitud de medida de coerción.