El aumento de la violencia por parte de los talibanes tras el inicio de retirada de tropas estadounidenses avanza sin precedentes en Afganistán, mientras las fuerzas de seguridad tratan de recuperar el control de varios puestos fronterizos capturados por los insurgentes y el Gobierno busca una salida política.

Las fuerzas afganas han confirmado hoy enfrentamientos armados en al menos quince de las 34 provincias del país, principalmente en la región norte, donde los insurgentes han pasado a controlar grandes extensiones de territorio.



De acuerdo con el Ministerio de Defensa afgano, hoy se llevaron a cabo operaciones en las provincias de Kunar, Nangarhar, Ghazni, Paktia, Kandahar, Zabul, Herat, Badghis, Jowzjan, Samangan, Balkh, Helmand, Nimruz, Takhar y Kunduz.

Insurgentes caídos



Producto de estas operaciones, 208 combatientes insurgentes murieron y 153 resultaron heridos, según las Fuerzas de Seguridad y Defensa Nacional afganas (ANDSF). La ANDSF y las Fuerzas de Levantamiento Público, como se conoce al brazo civil armado que lucha del lado de las tropas afganas, han luchado durante las últimas semanas para reconquistar territorios que cayeron bajo el control talibán, y esta mañana “liberaron el distrito de Saighan de la provincia de Bamyan”, aseguró Defensa.