Un video nuevo, posterior al asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse, muestra a mercenarios colombianos acusados de matarlo.

En las imágenes también se puede ver a uno de los haitianos estadounidenses hablando por teléfono. Está dando una entrevista en una emisora, de la cual CNN obtuvo el audio. Allí afirma que no mataron al mandatario. Matt Rivers, de CNN, le preguntó al jefe de Policía de Haití por qué aún no ha publicado el video de seguridad del ataque que podría responder a muchas preguntas.



El video, filmado por un periodista de ese país, muestra que uno de los sospechosos se levanta y, desde lejos, le pide al reportero que deje de grabar, en la carretera donde fueron atrapados al menos 24 sospechosos del crimen.

En las imágenes publicadas por CNN se puede observar también a uno a uno de los haitianos estadounidenses hablando por teléfono, mientras otorgaba una entrevista a una emisora local, en la que asegura que no asesinaron al mandatario.



Al respecto, el jefe de Policía de Haití dijo que las imágenes que captó el circuito cerrado de la casa presidencial no serán publicadas hasta que los investigadores del caso lo permitan.

En días pasados, el ministro de Cultura y Comunicación de Haití, Pradel Henríquez, reveló este viernes que el funeral del presidente asesinado el pasado 7 de julio se llevará a cabo el próximo 23 de julio.

Si bien el entierro será el viernes de la próxima semana, las honras fúnebres se extenderán desde el martes 20 de julio.

Además, las autoridades pretenden hacerle un homenaje en el Museo del Panteón Nacional, en Puerto Príncipe, capital de Haití.

El jueves 22 de julio se llevará a cabo la velación y el viernes el funeral, que se realizará en la ciudad de Cabo Haitiano por deseo de la familia del mandatario.

Se espera que en las próximas horas el Gobierno publique un decreto por el que se establezcan los horarios y lugares exactos de las ceremonias en conmemoración de Moïse.

Días atrás, uno de los exmilitares colombianos cuya identidad SEMANA mantiene en reserva por seguridad y para no entorpecer las investigaciones, confesó ante las autoridades haitianas todo lo que presuntamente ocurrió en el magnicidio.

El militar retirado dijo que, supuestamente, siete de los 21 colombianos fueron los asesinos del presidente, quien fue atacado a tiros en su cama cuando descansaba con su esposa, Martine. Sus dos hijos alcanzaron a esconderse en un baño.