PúshkarIndia. Centenares de pastores se reunieron con sus animales este martes en la ciudad de Púshkar, a las puertas del desierto, para asistir a la mayor feria de comercio de camellos de India.

La ciudad norteña suele atraer a miles de peregrinos hindúes, comerciantes de ganado y pastores para este evento anual, pero se suspendió en 2020 debido a la pandemia.



Para el encuentro, celebrado en el desértico estado de Rajastán, las comunidades tradicionales de criadores de camellos recorren a veces cientos de kilómetros desde sus remotas aldeas para comerciar con sus animales.

La feria, de 13 días y que se inició este lunes, coincide con varios días señalados del calendario hindú, lo que aumenta la afluencia de público a la ciudad sagrada.



«Púshkar tiene que ver tanto con el comercio de ganado como con los rituales religiosos», dijo a la AFP Prafull Mathur, del departamento de ganadería de Rajastán.

«La situación del covid-19 aún no se normalizó del todo, pero esperamos una gran asistencia», agregó Mathur.

Los organizadores suelen celebrar concursos para pastores de camellos, una gran atracción para turistas nacionales e internacionales. El gobierno aún no ha aclarado si se permitirán este año.

La feria es el único momento del año en el que los criadores –la mayoría de los cuales viven en comunidades nómadas y remotas del desierto– pueden obtener ingresos que les ayuden a mantener su modo de vida.

Los camellos son comprados sobre todo por personas de los estados de Gujarat, Rajastán y Madhya Pradesh, que los usan en sus granjas o como transporte. También se compran y venden otros animales, como caballos.

Las fuerzas de seguridad de India, desplegadas a lo largo de la frontera internacional con Pakistán, también utilizan mucho los camellos para patrullar tramos remotos.

Para ayudar a las comunidades remotas que se dedican a la cría de camellos, el gobierno ha intentado promover productos derivados de este animal, como su leche, el cuero y otros artículos hechos con sus huesos.

La comunidad de pastores de la región, llamados «raikas», creen que el dios hindú Shiva les encomendó la responsabilidad de criar camellos.