Uno de los elementos que casi siempre acompañan nuestros almuerzos es el arroz, cereal comestible en forma de grano alargado, de color blanquecino, y dispuesto en una panícula formada por varias espiguillas que crece en el ápice del tallo.

Cabe la posibilidad que es más de una oportunidad hayas escuchado que sí o sí debes lavar los granos de arroz antes de cocinarlo en una olla arrocera o tu cazuela común.



Lo que podría ser una tradición y rutina que hemos heredado de nuestros padres, y hasta abuelos, tiene una explicación, y aquí te lo vamos a contar. Si no eres de los que hacen el lavado, con esta información cambiarás de opinión de inmediato.

¿Por qué tenemos que lavar el arroz?



Según un análisis que compartió The Guardian, El arroz blanco generalmente necesita un buen enjuague antes de cocinarlo para eliminar su capa de almidón (sustancia blanca, inodora, insípida, granulada o en polvo, que abunda en otras feculentas, como la papa o los cereales; se emplea en la industria alimentaria, textil y papelera); no lavarlo produce que quede maloliente o que se eche a perder más rápido.

Por supuesto, deshacerse del almidón del arroz no es lo que desea para platos donde la cremosidad del grano se aprovecha al máximo: risottos, paellas y budines de arroz dulces o salados.

Otros indican que dependerá del arroz que usemos en nuestras preparaciones para tomar la decisión de pasarlos por agua o no.

¿Cómo lavar el arroz?

Se pone el arroz en un bol, se cubre con agua fría y se gira con la mano, repitiendo esto varias veces hasta que el agua salga clara.

Fuente: Infobae