El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cuestionó este lunes supuestos pagos que la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara habría hecho al Premio Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa, un nuevo roce entre el gobierno y el mayor evento editorial de Latinoamérica.

«Cada vez que llega (a la FIL), Vargas Llosa recibe un trato especial. Sería bueno que informaran cuánto le pagan, históricamente cuánto han destinado a Vargas Llosa», dijo López Obrador en su conferencia de prensa matutina.



El presidente izquierdista ha criticado en sus últimas ediciones a la FIL, entre las ferias más importantes en habla hispana, por incluir en su cartelera a escritores e intelectuales abiertamente opositores a su gobierno.

Este lunes señaló que el presidente de la FIL, Raúl López Padilla, «trata a cuerpo de rey» a «intelectuales alcahuetes» para que lo protejan.



Enseguida se refirió a los supuestos pagos a Vargas Llosa, quien este año estaba convocado a la FIL pero rechazó acudir pese a que Perú es el país invitado en esta edición.

Vargas Llosa es también un duro crítico de López Obrador. Previo a las elecciones de 2018, el peruano llamó a los mexicanos a no votar por el actual mandatario mexicano, al que calificó entonces de «impredecible, populista y demagogo».

En 2019, ya con el izquierdista en la presidencia, el nobel advirtió que con el nuevo gobierno México podría retroceder en sus avances democráticos para volver a una «dictadura».

Ningún miembro del gabinete de López Obrador viajó a Guadalajara para el arranque de la FIL, que abrió sus puertas al público el sábado.

«Yo no entro en polémicas con el presidente de la República», comentó a la AFP la directora de la FIL, Marisol Schulz. «Nos encantaría que viniera para que viera la feria y supiera realmente de lo que estamos hablando».

En Guadalajara, varios ponentes se refirieron al presidente izquierdista. El excanciller Jorge Castañeda criticó el carácter provinciano de la política exterior de México, mientras que el historiador Enrique Krauze desaprobó los embates del presidente contra medios y periodistas.