FráncfortAlemania. Veinte años después de su introducción, el hombre que concibió los billetes de euro prevé acalorados debates entre europeos, con el riesgo de que resurjan rivalidades nacionales, tras el anuncio del Banco Central de que cambiarán de diseño.

El diseñador austriaco de los billetes de euro, Robert Kalina, puede ahora contemplar su «obra» desde una tranquila jubilación.



«Es increíble pensar que el euro tiene ya 20 años, y espero que siga durante mucho tiempo», dijo a la AFP el que fue diseñador del banco central austriaco. 

Kalina fue el ganador de un concurso organizado en 1996 para diseñar la serie de siete billetes de entre 5 y 500 euros.



Sus diseños, impresos inicialmente en 14.500 millones de ejemplares, se duplicaron desde entonces y circulan por los bolsillos de casi 350 millones de europeos y por todo el mundo.

– Un reto –

 

En su día se enfrentó a un gran reto: encontrar diseños con los que todos los europeos pudieran identificarse, sin que estuvieran ligados a un país concreto o parecieran fríos o anónimos.

Las condiciones prohibían el uso de símbolos nacionales, como los retratos de personajes famosos, que suelen utilizarse para los billetes. 

«También se podrían haber autorizado retratos, pero solo con rostros anónimos. Lo descarté desde el principio», dice sonriente  

Y se le ocurrió la idea de utilizar la arquitectura.

Inspirándose en edificios reales, reelaboró y simplificó su imagen junto a un ingeniero de arquitectura y otro de construcción de puentes para que las estructuras «dejaran de ser reconocibles».

Las imágenes reflejan simbólicamente siglos de historia europea, desde el clasicismo griego y romano en los billetes de 5 euros hasta la arquitectura moderna en los de 500 euros, llamados a desaparecer.

El diseñador también quería transmitir símbolos fuertes: las ventanas y los portales representan «la apertura y la visión del futuro», mientras que los puentes representan «la conexión entre los países europeos, pero también de la Unión Europea con el resto del mundo».

A pesar de las numerosas crisis que han marcado las dos primeras décadas del euro, Kalina afirma que el simbolismo que hay detrás de sus diseños «sigue siendo válido».

Sin embargo, el BCE anunció a principios de diciembre sus planes de introducir nuevos diseños en los billetes de euro para 2024.

 

– Celos y rivalidad –

 

Después de 20 años, «ha llegado el momento de revisar el aspecto de nuestros billetes para que sean más significativos para los europeos de todas las edades y procedencias», dijo la presidenta del BCE, Christine Lagarde.

Las figuras históricas o los monumentos emblemáticos del continente podrían formar parte de la próxima serie, que tendrá el asesoramiento del público y de un grupo de 19 expertos, uno de cada Estado miembro de la eurozona.

«La cuestión es si la gente ha evolucionado lo suficiente como para tolerar, por ejemplo, que se represente a personas famosas», aunque formen parte del patrimonio de un determinado país, dijo Kalina.

«¿Volverán los celos u otras cosas?», se pregunta, recordando los acalorados debates sobre el tema en los años 1990.

En su opinión la música puede ser una solución, con «grandes compositores que no se pueden reducir a un solo país, como Beethoven o Mozart». La música «es un lenguaje en el que no hacen falta palabras y todo el mundo lo entiende», asegura.