A propósito de las recientes declaraciones del expresidente Hipólito Mejía sobre que no está de acuerdo a retaliaciones con exmandatarios, la historia evidencia que no solo él piensa de tal manera.

Solo Salvador Jorge Blanco, junto a varios de sus colaboradores más cercanos, ha sido sometido ante los tribunales y condenado por actos de corrupción durante su gestión administrativa (1982-1986).



De acuerdo a elCaribe, el caso contra el mandatario fue bautizado como juicio del siglo. Fue condenado en 1988 a 20 años de prisión y una multa de cien millones de pesos. No obstante, en 1989, la sentencia fue anulada, pero la batalla legal continuó y en 1991 fue condenado de nuevo a 20 años de cárcel, por lo que fue arrestado y solo permaneció dos meses en la cárcel.

La acusación contra el fallecido gobernante fue la de supuestamente haber patrocinado compras irregulares en las Fuerzas Armadas. Por el mismo caso fueron condenados por desfalco y prevaricación Leonel Almonte, Manuel Antonio Cuervo Gómez y Juan Thomás Peña. José Michelén, que fue director de Inespre y Fulgencio Espinal, administrador de la Lotería Nacional, huyeron del país también por acusaciones de corrupción.



Primeras denuncias

Uno de los primeros casos sonados en los diarios de aquel entonces, según informaciones periodísticas encontradas en el archivo de OMG, fue el cuestionamiento que se le hizo a Rafael Flores Estrella, quien se desempeñaba como secretario administrativo de la Presidencia, sobre la desaparición de 85 mil dólares destinados a cubrir los gastos de viaje del expresidente Jorge Blanco a Panamá y Costa Rica, el cual no se realizó.

Según la nota informativa, Flores Estrella negó su vínculo con la desaparición de ese monto de dinero, alegando que no se hallaba en el ejercicio de sus funciones, “ya yo estaba suspendido en mis funciones a ese decreto (290-86, del 9 de abril de 1986), y también por virtud al mandato que se consagra en el artículo 80 de la Ley Electoral del 5 de mayo de 1962.

Lo que dijo Hipólito

El expresidente afirmó ayer ser enemigo de la retaliación política, por el daño y desestabilización que según dijo provoca en los países.

Mejía aseguró que en su mandato nunca persiguió a nadie, ni siquiera al expresidente Leonel Fernández. Además, de muchos de sus funcionarios, aun cuando había razones para encausarlos judicialmente.

Asimismo, haciendo énfasis en el tema el expresidente dijo que recibió críticas por no realizar dicha acción.

“Recuerdas que a mí me hicieron muchas críticas porque cuando Leonel, cuando la famosa Fundación Global y otras cosas más, yo dije no. Yo respeto a los presidentes”, añadió el ex mandatario.