No te des al sueño, o te quedarás pobre; mantente despierto y tendrás pan de sobra. Proverbios 20: 13

El tiempo perdido no se recupera. Por eso es necesario aprovechar al máximo cada segundo que Dios nos da. Muchos vemos que nuestra vida no progresa o que no tiene un cambio favorable, y no nos detenemos a pensar qué está pasando.



Acostumbrarnos a una situación es muy peligroso; nos da lo mismo o nos hemos resignado a ella. Como hijos de Dios debemos echar fuera todo lo que nos roba la bendición y nos mantiene en ese estado de conformismo.

La situación tiene que cambiar cuando alguien se decide por un cambio. No demos más tiempo a la situación que nos inmoviliza y no nos deja actuar; porque a cada segundo bendiciones del cielo están siendo desatadas, pero solamente los que están despiertos podrán tomarlas y disfrutarlas.



Por la Pastora Montserrat Bogaert/ Iglesia Monte de Dios