El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó el domingo que su gobierno está «estudiando a fondo» la cuestión de la «neutralidad» de Ucrania demandada por Rusia, punto clave de las negociaciones de paz, mientras los enviados de Kiev y Moscú se preparan para una nueva ronda de conversaciones destinadas a poner fin a la brutal guerra que ya dura más de un mes.

En una entrevista con varios medios independientes rusos, Zelenski recordó que una de las cláusulas cruciales es la de «las garantías de seguridad y la neutralidad, el estatus de libre de armas nucleares de nuestro Estado». «Estamos dispuestos a aceptarlo (…) está en discusión, se estudia a fondo», aseguró.



Zelenski también dijo que varios empresarios rusos se habían ofrecido a donar dinero para ayudar a Ucrania, incluso para apoyar a su ejército, o ayudar durante la reconstrucción del país cuando termine la guerra.

Los negociadores ucranianos y rusos hablarán cara a cara a principios de la próxima semana en Turquía, concretamente en Estambul, según la presidencia turca, en un nuevo intento por poner fin a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que ya se ha cobrado al menos 1.100 vidas civiles, apunta la ONU.



En los últimos días los temores de que el conflicto pudiera degradarse aumentaron, después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, de visita en Polonia, calificara a su par ruso, Vladimir Putin, de «carnicero» y afirmara que «no puede permanecer en el poder».

Aunque la Casa Blanca matizó de inmediato sus palabras e insistió en que Washington no estaba buscando un cambio de régimen, el Kremlin reaccionó con dureza, afirmando que los ataques personales estaban «reduciendo la ventana de oportunidad» para las relaciones bilaterales, según su portavoz, Dmitri Peskov.

El improvisado comentario, que sembró preocupación en Washington y en el extranjero, pareció socavar los esfuerzos del propio Biden, de visita en Europa para subrayar una unidad en apoyo de Kiev cuidadosamente orquestada.

El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió el domingo contra una «escalada en palabras o acciones» en Ucrania que dificulte poner fin a la guerra y más concretamente, sus esfuerzos en las conversaciones con Putin para acordar la evacuación de civiles de la devastada ciudad portuaria de Mariupol.

Pero ni la diplomacia intensa ni las sanciones cada vez mayores han persuadido a Putin de detener la guerra.

Con su ejército enfrentado a problemas tácticos, de comunicaciones y logísticos, Rusia sugirió el viernes que de ahora en adelante se centraría en la región oriental de Ucrania.

Para el jefe de la inteligencia ucraniana, Kyrylo Budanov, Putin busca «imponer una línea de separación entre las regiones ocupadas y desocupadas» de Ucrania, en «un intento de establecer (un modelo como el de) Corea del Sur y Corea del Norte en Ucrania».

 

– ¿Una Ucrania neutral?-

Una demanda clave de Putin, incluso antes de que sus tropas entraran en Ucrania el 24 de febrero, fue que la exrepública soviética renunciara a su intención declarada de unirse eventualmente a la OTAN.

El Kremlin dijo que Suecia y Austria ofrecían modelos de neutralidad que Ucrania podría adoptar.

Kiev rechazó la propuesta y, en su entrevista con periodistas rusos, Zelenski acusó a Putin de dilatar las negociaciones y prolongar el conflicto.

La nueva ronda de negociaciones llega en un momento en que Moscú mantiene el control de facto sobre las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk en la región oriental de Donbas.

El líder de la región separatista ucraniana de Lugansk dijo que podría organizar un referéndum para dirimir si el territorio pasa a formar parte de Rusia, una medida inmediatamente criticada por Kiev como un intento de Moscú de socavar la soberanía y la integridad territorial del país.

Mientras, las tropas rusas también han seguido bombardeando la ciudad portuaria de Mariúpol. Controlarla permitiría a Moscú conectar sus fuerzas en la ocupada península de Crimea con las tropas separatistas prorrusas en el este ucraniano.

El domingo se abrieron nuevos corredores humanitarios para permitir la evacuación de civiles de este estratégico puerto a orillas del mar de Azov, donde ya han muerto más de 2.000 civiles, según el municipio.

Pero los intentos de establecer rutas seguras para que huyan los 170.000 civiles atrapados en la ciudad han fracasado hasta ahora, con ambas partes acusándose de violar los altos el fuego temporales.

 

– Contraataques –

Putin inició la invasión de Ucrania prometiendo destruir su ejército y derrocar a Zelenski, pero, hasta ahora, el ejército ruso se ha topado con la feroz resistencia ucraniana y ha hecho pocos progresos para capturar ciudades clave.

Mientras tanto, los ataques a la población y a infraestructuras civiles como hospitales, edificios residenciales y escuelas, han aumentado.

En Járkov las autoridades locales registraron 44 ataques de artillería y 140 ataques con cohetes en un solo día, y los ataques también continuaron en Irpin y en otras ciudades alrededor de Kiev, dijeron las autoridades ucranianas.

Descansando en una silla en un centro de evacuación en las afueras de Kiev, Tamara Osypchuk, de 72 años, explicó a la AFP que escribía poesía para calmarse en su departamento en la devastada Irpin cuando caían las bombas.

«Escribo poemas y cuando hay explosiones siento una gran inspiración. Las explosiones fueron muy fuertes. Como si explotara un volcán, como si la tierra explotara», aseguró.

En la ciudad sureña de Mykolaiv, objeto de fuertes bombardeos rusos durante semanas, los ataques parecían estar disminuyendo y las líneas del frente parecían haber retrocedido desde Mykolaiv, con una contraofensiva montada ahora en Jersón, a unos 80 kilómetros al sureste.

«Las fuerzas aliadas han repelido siete ataques» y han destruido ocho tanques en las zonas de Donetsk y Lugansk, en el Donbás, según una nueva actualización del Estado Mayor ucraniano.

Por su parte, las tropas rusas tomaron el control de Slavútych, en el norte de Ucrania, donde reside el personal de la central nuclear de Chernóbil, y arrestó temporalmente al alcalde, según las autoridades regionales.

El Ministerio de Defensa de Ucrania dijo que sus fuerzas también habían recuperado Trostianets, una ciudad cerca de la frontera con Rusia que fue una de las primeras en caer bajo el control de Moscú.

Según la agencia para los refugiados de Naciones Unidas (ACNUR), 3.821.049 ucranianos ya han huido del país y hay más de 6,5 millones de desplazados internos.