El presidente Luis Abina­der está claro en que “es­te será un año difícil” para el país, como consecuencia de los fuertes impactos que tiene en la economía el ac­tual conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

El gobierno cree que el crecimiento económico que se había previsto para 2022, antes de que estalla­ra la guerra, habrá que re­considerarlo. Podría ser fi­nalmente de un 5.3 por ciento, no obstante las me­didas de control de la infla­ción que se están adoptan­do.



En este contexto, el presi­dente aseguró que se man­tendrán los subsidios a las materias primas y produc­tos básicos de la alimen­tación, como el arroz y el maíz, y los combustibles.

Al hacer un comparativo del nivel que la crisis eco­nómica ha tenido en otros países, donde ni siquiera se conceden subsidios espe­ciales como aquí, el presi­dente dijo: “para las actua­les circunstancias, estamos demasiado bien como go­bierno”.



“Este es un año de crisis, pero el gobierno seguirá mejorando, equipando y remodelando hospitales” para atender las necesidades de atención de la población que, durante los años de la pandemia del Covid se abs­tuvo de asistir y recibir trata­mientos en los centros de sa­lud.

Abinader expuso sus pare­ceres sobre distintos temas nacionales en una conversa­ción abierta con más de 40 periodistas y comunicadores en un almuerzo que se ex­tendió por dos horas y media en el Salón Verde del Palacio Nacional.

Lo acompañaron la vice­presidenta Raquel Peña, los ministros de Interior, Jesús Vásquez; el administrativo, José Paliza; el de Agricultu­ra, Limbert Cruz; el de In­dustria y Comercio, Ito Biso­nó y el director del Sistema Nacional de Salud, Mario Lama, así como el comisio­nado para la seguridad na­cional, José Vila.

Sobre la huelga

El presidente comentó la re­ciente huelga parcial en el Cibao y dijo que el gobierno ha estado dialogando con los sectores involucrados. Pero señaló que el pliego de reivindicaciones, con más de 100 solicitudes, no pue­de complacerse en tan poco tiempo.

Reconoció que hay muchas necesidades insatisfechas en el país y que le llamó la aten­ción que el 60 por ciento de los barrios de San Francisco de Macorís carezca de aceras y contener. “Yo puedo cubrir parte de esas necesidades, pero reitero que estamos en un año difícil”, añadió.