Científicos japoneses crearon clones de ratones con células liofilizadas, una técnica que creen algún día podrá usarse para conservar especies, sin los desafíos que enfrentan hoy los biobancos, indicó un estudio científico publicado el martes.

Los biobancos florecieron en todo el mundo para conservar muestras de especies amenazadas, con el objetivo de asegurar su supervivencia a través de la clonación.



Estas muestras, generalmente de esperma o de células de ovocitos, a menudo son sometidas a la conservación por criogenización en nitrógeno líquido o a temperaturas muy bajas, procesos que pueden ser costosos y expuestos a los cortes de energía.

Los investigadores de la universidad de Yamanashi buscaron evitar estos escollos mediante la liofilización -que consiste en retirar toda el agua de un cuerpo por secado- de las células somáticas. Es decir, todas las que no están relacionadas con el esperma ni con los ovocitos.



Liofilizaron células extraídas de la cola de ratones o de ovocitos inmaduros de hembras. La liofilización mató las células y dañó su ADN, pero pudieron usarse para crear clones de blastocistos, un conjunto de células que se convierte en un embrión.

Luego extrajeron células madre que produjeron 75 clones de ratones. Uno de ellos, Dorami, sobrevivió un año y nueve meses. El equipo también logró reproducir nueve hembras y tres machos clonados con ratones normales.

Los ejemplares demostraron estar en gran medida sanos, salvo un grupo obtenido a partir de células masculinas que solo produjo hembras.

La fertilidad de los ratones clonados también fue menor.

«Creemos que seremos capaces de reducir las anormalidades y aumentar la fertilidad buscando protectores de liofilización y mejorando las técnicas de secado», explicó a la AFP Teruhiko Wakayama, que contribuyó a la investigación publicada en Nature Communications.

La tasa de éxito de la técnica, 0,02%, sigue siendo muy inferior a la de criopreservación o la de muy baja temperatura, que van del 2% al 5%.

Pero Wakayama afirma que la técnica sigue siendo innovadora. La que permitió la clonación de Dolly, la primera oveja clonada en 1996, había requerido 200 intentos.

A largo plazo, esta técnica podría «permitir conservar económicamente y en seguridad materiales genéticos de todo el mundo», detaca Wakayama.

Una ventaja considerable para los países en desarrollo.

El equipo, pionero en liofilización, envió esperma liofilizado de ratón a la Estación Espacial Internacional (ISS). Que regresó sano después de seis años en el espacio y permitió, una vez rehidratado, producir ratones.