Ante la situación expuesta el pasado martes por la Unión de Escritores Dominicanos (UED) a través de su presidenta, la Lcda. Emilia Pereyra, sobre el reclamo de parte de los pagos pendientes a escritores, talleristas y gestores culturales por labores desarrolladas durante la pasada XXIV Feria del Libro, el Ministerio de Cultura declara que se hace conocedor de la misma y manifiesta su comprensión en torno al tiempo de espera para la recepción de los pagos acordados, a la vez que considera legítima dicha reclamación.

Por este motivo la institución desea transmitir una respuesta concreta a los reclamos de los interesados, en aras de clarificar la situación planteada.



En virtud de la normativa gubernamental, durante la actual gestión se ha impuesto que el manejo de presupuestos, contrataciones de servicios y personal, así como los procedimientos de compras, se apeguen en su totalidad al estricto cumplimiento de las leyes que los rigen.

Dichos procesos establecen diversos términos y plazos, que el Ministerio de Cultura respeta rigurosamente y que, en consecuencia, ejecuta.



De esta manera, se comunica que los compromisos de pago asumidos por la Dirección de las Ferias del Libro, como ente organizador, serán plenamente honrados, a medida que cada uno de dichos pagos sea debidamente validado y aprobado por las distintas instancias de contraloría internas y externas de la institución, en cumplimiento de la normativa legal correspondiente.

La actual política de control, transparencia y adecuado uso de los recursos públicos impone una serie de procedimientos que han de ser respetados en tiempo y forma, aunque pudieran diferir de aquellos que fueron aplicados en el pasado, los cuales entre otras modalidades, incluía hasta pagos en efectivo, lo cual no se apega a las normas y leyes.

El Ministerio de Cultura reitera su comprensión por las reclamaciones de aquellas personas que se puedan considerar afectadas por esta situación, a la vez que expresa la voluntad propia de establecer mecanismos para agilizar el proceso de pago, siempre apegados a las normas, leyes y procedimientos en vigor, así como la esperanza de que los afectados queden resarcidos a la mayor brevedad.