Decenas de dominicanos miembros de fundaciones, congregaciones religiosas y pasados exfuncionarios se reunieron la mañana de este sábado en el Parque Colón de Santo Domingo para iniciar la anunciada Marcha Patriótica que busca alertar a organismos para que República Dominicana “no cargue” con la crisis de Haití.

Al encuentro asistió Omayra Alvárez, del movimiento Juventud con una Misión, quien explicó que República Dominicana “no puede sostener a otros pueblos” ya que la economía podría colapsar y agregó que la solución del problema haitiano no puede ser ejecutada por los dominicanos.



“Estamos aquí porque Duarte no murió en vano”, precisó Álvarez al explicar detalles de la marcha que inicia en el Parque Colón y termina en el Altar de la Patria.



De su lado, Fidel Lorenzo, de la Fundación Equidad y Justicia Social, explicó que los haitianos “deben permanecer en su territorio” porque su crisis no debe ser resuelta por los dominicanos.

Señala el Nuevo Diario que Lorenzo manifestó que una de las problemáticas que genera incomodidad a los haitianos es que las ganancias y riquezas de su pueblo son solo recogidas por un exclusivo grupo, mientras que a los demás “no les llega nada”, lo que los obliga a emigrar a República Dominicana.

La actividad de este sábado se desarrolla bajo un ambiente de proclamas en las que los dominicanos levantan pancartas, entonan canciones patrióticas y exigen a las autoridades que las dificultades de Haití no sean atendidas por los dominicanos.

La primera medida que exigen los dominicanos es una mayor celeridad, transparencia, y efectividad en la construcción del muro o valla teconológica en la frontera.

La segunda es la aplicación del 80% de mano de obra dominicana en actividades económicas del país, de acuerdo con lo que establece el Código Laboral e impulsar “sin dilaciones” las reformas estructurales y la modernización del aparato productivo de la nación.

Otra medida indica que “se adopten todas las medidas y providencias para que, conforme a la realidad precedentemente expuesta, las Fuerzas Armadas sean llevadas en un número tan suficiente como lo demandan las circunstancias actuales, al control fronterizo para evitar el regreso de los repatriados y nuevas incursiones ilegales, al costo y con el rigor que el caso
requiera, hasta tanto concluyan los trabajos de edificación del muro y se pongan en prácticas efectivos mecanismos tecnológicos que garanticen la supervisión.”

El sexto expresa que “el congreso nacional, en cumplimiento al artículo 10, numeral 2, de la norma suprema y cumpla con la reserva de ley que establece que “el régimen de adquisición y transferencia de la propiedad inmobiliaria en la zona fronteriza estará sometido a requisitos legales específicos que privilegien la propiedad de los dominicanos y el interés nacional”, y
que los poderes públicos repueblen la frontera y la conviertan en una zona de desarrollo de alta prioridad nacional.”

En ese mismo orden, también plantean incorporar a la diáspora dominicana en Estados Unidos y europea, “la cual está llamada a convertirse en una poderosa vanguardia de esta lucha nacional y patriótica, de resistencia y restauración del pueblo.