El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, visita este viernes la ciudad portuaria de Odesa, en el sur de Ucrania, después de advertir a Kiev y Moscú del «suicidio» que sería dañar la central nuclear de Zaporiyia.

«Debemos decir las cosas como son: cualquier potencial daño a Zaporiyia sería un suicidio», advirtió Guterres el jueves desde Leópolis (oeste), donde se reunió con los presidentes ucraniano Volodimir Zelenski y turco Recep Tayyip Erdogan.



En manos de Moscú desde marzo, la central nuclear de Zaporiyia (sur), la más grande de Europa, es foco de preocupación internacional tras ser blanco reciente de bombardeos que se atribuyen mutuamente rusos y ucranianos.

Kiev acusa a Moscú de almacenar armas pasadas en la central y de bombardear desde allí sus posiciones, algo que negó el jueves el ministerio ruso de Defensa.



De su lado, Erdogan expresó el respaldo de Turquía a Ucrania y se alarmó ante el peligro de «otro Chernóbil», en referencia al accidente de esa central ucraniana en 1986, el peor de la historia nuclear civil.

«Mientras proseguimos nuestros esfuerzos para encontrar una solución [al conflicto], nos mantenemos del lado de nuestros amigos ucranianos», dijo Erdogan, que aseguró que Rusia estaba «dispuesta a algún tipo de paz».

Zelenski consideró la visita de Erdogan como un «potente mensaje de apoyo» y descartó cualquier acuerdo de paz sin una previa retirada de las tropas rusas.

«Personas que matan, violan, bombardean todos los días a civiles en nuestras ciudades con misiles de crucero no pueden querer la paz», declaró. «Que primero salgan de nuestro territorio y luego veremos», añadió.

Desde la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, Erdogan se ha erigido como mediador. Aunque condenó la ofensiva, quiso mantenerse neutral y rechazó sumarse a las sanciones impuestas por los países occidentales contra Moscú.

– Dos pueblos rusos evacuados –

En el frente, las hostilidades persisten en ambas direcciones.

El jueves, dos pueblos rusos fueron evacuados tras un incendio declarado en un depósito de municiones en la provincia rusa de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania, indicaron las autoridades locales.

Días antes un incidente similar ocurrió en una base militar en Crimea, una península ucraniana anexada por Moscú en 2014. El ejército ruso denunció entonces un «sabotaje».

Los combates continúan en la región nororiental de Járkov, donde los ucranianos denunciaron bombardeos rusos contra barrios residenciales que causaron 6 muertos el jueves y 13 el miércoles.

En el sur, una persona murió y dos resultaron heridas por un bombardeo sobre Mykolaiv, anunció su alcalde Oleksandr Senkevych.

– Intensificar la exportación de cereales –

El encuentro Zelenski-Erdogan-Guterres y la visita del secretario general de la ONU a Odesa ocurren en un contexto de intensas negociaciones para reactivar la exportación de cereales desde los puertos de Ucrania, uno de los principales productores mundiales de grano.

Guterres prometió el jueves que su organización trataría de «intensificar» las exportaciones de cereales antes de la llegada del invierno dado que estas son indispensables para la seguridad alimentaria de varios países africanos.

Cerca de 20 millones de toneladas de cereales estaban bloqueados en los puertos de la región de Odesa por la presencia de buques de guerra rusos y de minas colocadas por Kiev para defender su costa.

En julio, un acuerdo firmado por ambos países beligerantes y validado por la ONU y Turquía permitió reanudar el comercio y la salida de hasta 25 buques graneleros.

Esta semana, además, zarpó de cerca de Odesa el primer navío humanitario fletado por la ONU, cargado con 23.000 toneladas de trigo con destino a África.

Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), 345 millones de personas en 82 países enfrentan una inseguridad alimentaria aguda -una cifra récord- y unas 50 millones de personas en 45 países corren el riesgo de morir de hambre si no reciben ayuda humanitaria.