La épica batalla de cuadrangulares de 1998 entre el inicialista norteamericano Mark McGwire y el jardinero dominicano Sammy Sosa entró a la cuarta semana de septiembre, la última en el calendario de la serie regular de Grandes Ligas esa temporada, sin un ganador definido y con el mundo hechizado por la histórica faena de los contendores.

Entrando a la semana final de la temporada, ambos habían quebrado el récord de Maris. McGwire pegó su jonrón número 62 en un partido contra los Cachorros el 8 de septiembre, mientras que Sosa lo empató el domingo 13 con dos vuelacercas contra los Milwaukee Brewers. Hasta entonces, solo Maris y Babe Ruth (60 en 1927) habían pegado 60 jonrones en una temporada de las ligas mayores.



En República Dominicana, la gente estaba al bordo del paroxismo. El conteo de los cuadrangulares de McGwire y Sosa se anunciaba en los medios tradicionales; radio, televisión y periódicos, pero también en las puertas de viviendas, pizarras de las tiendas de comida rápida y hasta en los cristales de los automóviles.

Mientras frente a los medios Sosa y McGwire celebraban sus hazañas, por dentro, el toletero dominicano sufría la devastación provocada por el huracán Georges en su país, RD, en septiembre de 1998. AP Photo/Eric Draper

Pero el martes 22 en la mañana, en medio de los preparativos para la semana decisiva del «verano de los palos largos», el huracán Georges, un poderoso fenómeno con vientos superiores a los 200 kilómetros por hora, estremeció la pequeña nación, dejando a su paso muerte, destrucción y calamidad.



De repente, las prioridades de los dominicanos pasaron de celebrar las hazañas de Sosa a tratar de sobrevivir.

«Eso fue devastador», dijo Sosa a ESPN Digital esta semana sobre los daños que causó Georges a su país.

«En medio de la tormenta me comuniqué con mis amigos para saber lo que estaba pasando. Cuando llegué a mi país lo encontré triste, desbaratado, pero entonces llegué a poner la alegría», agregó.

Mientras los dominicanos todavía lidiaban con los remanentes de la tormenta, Sosa siguió haciendo lo suyo en el plato. El miércoles 22 bateó dos jonrones contra Milwaukee para empatar a McGwire, esta vez 65-65, con cuatro jornadas pendientes en el último fin de semana de una de las temporadas regulares más espectaculares de la historia.

Sosa y los Cubs cerraron la temporada en Houston, mientras que y McGwire y los Cardinals en casa, contra los Expos de Montreal, que eran dirigidos por el dominicano Felipe Alou. Ambos gladiadores jonronearon el viernes 25 de septiembre para seguir empatados (66-66) y en medio de un apagón general y las calles llenas de escombros, los dominicanos celebraron sonando las bocinas de sus autos y gritando jubilosos.

Ese jonrón contra su compatriota José Lima, a quien le había conectado dos tetrabases un mes atrás en el Wrigley Field, fue el último de Sosa en la temporada. McGwire bateó dos jonrones cada día el sábado y el domingo para fijar el récord de una temporada en 70 y ganar la contienda.

McGwire superó a Sosa en la batalla de los palos largos, pero Chicago (90-73) terminó mejor que San Luis (83-79), su gran rival, y en un partido extra derrotó a los San Francisco Giants para quedarse con el puesto de comodín de la Liga Nacional y avanzar a los playoffs por primera vez desde 1989.

Cuando Sosa regresó a República Dominicana, en una tarde lluviosa de octubre, fue recibido por miles de sus compatriotas, incluyendo el presidente Leonel Fernández y el ex lanzador y miembro del Salón de la Fama, Juan Marichal, quien era el ministro de deportes del país en ese entonces.

«Estás llegando bajo la lluvia, lo que nos recuerda que recientemente sufrimos los efectos del huracán Georges», dijo Fernández. «Pero para los lanzadores de las Grandes Ligas, usted es el huracán Sosa», agregó el mandatario.

 

Albert Pujols

El toletero de los St. Louis Cardinals, Albert Pujols, conectó el jonrón 698 de su carrera ante el relevista de los Cincinnati Reds, Raynel Espinal, en la sexta entrada del juego del viernes, mientras en República Dominicana se preparan para la llegada de la tormenta Fiona, el cual, según los indicadores todo apunta a que llegaría como un huracán, justo cuando el pueblo está a la expectativa de los jonrones de Albert Pujols ¿Coincidencia?

Referencia: Enrique Rojas