El huracán Fiona azotó con fuerza la costa atlántica de Canadá el sábado, dejando sin electricidad a 500.000 hogares con vientos feroces y crecidas de agua que se llevaron a su paso a una mujer que aún sigue desaparecida.



Árboles arrancados, casas arrasadas, líneas eléctricas dañadas… «Fiona vino y dejó su huella en Nueva Escocia y las provincias vecinas», dijo el jefe de gobierno de esta región, Tim Houston, durante una conferencia de prensa el sábado por la tarde.

«Esto no ha terminado», advirtió.



Dos mujeres fueron llevadas por las aguas en Channel-Port aux Basques, en la provincia de Terranova, según una portavoz de la policía. Una de las dos víctimas, arrastrada tras el derrumbe de su casa, fue rescatada y hospitalizada, la otra permanece desaparecida.

El alcalde de la ciudad, Brian Button, indicó en un video de Facebook que la comunidad parece una «zona de guerra total». «Tenemos destrucción en todas partes», añadió.

Se espera que las ráfagas de viento violentas persistan hasta la noche, señaló el meteorólogo Bob Robichaud, quien sin embargo señaló que «las condiciones deberían mejorar gradualmente durante las próximas tres a seis horas».

Según las autoridades canadienses, Fiona, degradada a tormenta postropical, aún provocaba vientos sostenidos de 120 km/h a las 17H00 GMT y se desplazaba a una velocidad de 37 km/h hacia el noreste.

«Grandes olas han llegado a la costa este de Nueva Escocia y al suroeste de Terranova, y podrían superar los 12 metros», señalaron.

«Es uno de los peores días de mi vida», dijo a Radio Canadá René Roy, otro residente de esta ciudad. «Esto no para (…) Muchas casas se han ido al mar», dijo desolado.

«¡Me desperté alrededor de las cinco de la mañana porque mi cama temblaba!», contó a la AFP Shaun Bond, que vive en Sydney, en Nueva Escocia. «Vivo en el segundo piso de una casa centenaria y se movía y hacía ruidos como nunca antes había escuchado».

– «Estamos con ustedes» –

 

Temprano el sábado, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se solidarizó en Twitter con los afectados y anunció que las autoridades federales estaban listas «para proporcionar recursos adicionales a las provincias».

Más tarde ofreció una conferencia de prensa luego de cancelar su participación en los funerales del ex primer ministro Shinzo Abe en Japón, en la que afirmó «seguir la situación muy de cerca».

«Los canadienses piensan en todos los afectados por el huracán Fiona, que tuvo efectos devastadores (…) Hay gente que ve su casa destruida, gente muy preocupada, estaremos a su lado», declaró.

«Nunca habíamos visto condiciones climáticas así», señaló en Twitter la policía de Charlottetown, en la Isla del Príncipe Eduardo.

«Es increíble, no hay electricidad, no hay wifi, no hay red», confirmó el alcalde de la ciudad, Philip Brown, al canal público Radio-Canada.

«Se han caído muchos árboles, hay muchas inundaciones en las carreteras», agregó.

Tarde en la noche de sábado, unos 500.000 hogares se encontraban sin electricidad en toda la región.

Un árbol cayó sobre un camión de bomberos y debido a un cable eléctrico roto, los bomberos que se encontraban allí debieron esperar la intervención de técnicos de la empresa de energía Nova Scotia Power para poder salir.

– «Nada grave» –

Fiona pasó el viernes por las Bermudas, después de causar estragos en el Caribe.

Con fuerza de huracán con rachas de 160 km/h y fuertes lluvias, azotó este territorio británico de unos 64.000 habitantes ubicado en medio del océano Atlántico sin que se reportaran víctimas ni destrucción importante.

«Tuvimos algunos pequeños daños en nuestras instalaciones, pero nada grave», dijo a la AFP Jason Rainer, propietario de una tienda de souvenirs en la capital de las Bermudas, Hamilton.

El territorio, situado a 1.000 km de Estados Unidos y acostumbrado a los huracanes, es uno de los lugares más aislados del mundo, lo que hace casi imposible una evacuación en caso de emergencia.

Fiona provocó la muerte de cuatro personas en Puerto Rico, un territorio estadounidense en el Caribe, según un funcionario citado por los medios. Además, se reportó una muerte en Guadalupe, un departamento de ultramar francés, y dos en República Dominicana.

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