«Los próximos meses serán difíciles» para Ucrania, advirtió el lunes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, días después de la liberación de Jersón, ciudad clave del sur del país arrebatada a las fuerzas rusas.

La retirada de Rusia de Jersón «demuestra la increíble valentía de las fuerzas armadas ucranianas», pero «no debemos cometer el error de subestimar a Rusia», declaró Stoltenberg en una rueda de prensa en La Haya, tras haber mantenido un encuentro con el gobierno neerlandés.



«Las fuerzas armadas rusas conservan capacidades importantes así como un gran número de soldados y Rusia ha demostrado su voluntad de asumir pérdidas importantes», agregó el jefe de la OTAN.

Estas últimas semanas, el ejército ruso, con dificultades en el terreno, ha perpetrado ataques con misiles y drones contra infraestructuras civiles ucranianas, sobre todo de la red energética.



«Los próximos meses serán difíciles. El objetivo de Putin es dejar a Ucrania fría y oscuras este invierno», prosiguió Stoltenberg.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, estuvo el lunes en Jersón, donde presenció la izada de la bandera ucraniana, tres días después de que fueran retomada al ejército ruso tras semanas de combates.