República Dominicana es un país bendecido por la naturaleza. Sus playas de agua color turquesa, sus exuberantes bosques y selvas, caudalosos ríos y mansas lagunas, lo convierten en un país ideal para los aventureros.

Pero también es un país con una larga herencia histórica y cultural que se remonta varios siglos. Por las calles del casco antiguo de Santo Domingo se refleja la enorme riqueza que tuvo en la época colonial.



Tras un largo periodo de guerras civiles, inestabilidad política y crueles dictaduras, República Dominicana es actualmente una de las economías más dinámicas de América Latina, un país de rápido crecimiento económico, entre los que más han reducido su tasa de pobreza.



Sin embargo, como sucede con el resto de las naciones tras la pandemia, República Dominicana enfrenta enormes retos para no retroceder. ¿Cuáles son los retos? ¿De qué manera su exuberante geografía ha jugado a favor de su desarrollo?