En este caso un hombre italiano de unos 80 años se dedicó durante años a esquivar los peajes, pero en el camino ha generado una deuda de unos 4.000 euros en multas.

Apodado como el ‘Nono velocidad’ por los medios de su país. Al parecer se acercaba lo más posible a quienes iban delante en las vías rápidas del peaje y aceleraba antes de que bajara la barra de separación.



Con esa estrategia se mantuvo por delante de la policía y las multas por varios años antes de que lo atraparan a la salida de un parking. Los trabajadores de seguridad de la empresa reportaron el caso y al revisar su Fiat Punto la policía descubrió la acumulación de sanciones que se acumulaban sobre el mismo. Lo cierto es que el caso no es más que un ejemplo de lo complicado que es convencer a los ciudadanos.

De todos modos tampoco es que Italia sea el único país de la Unión Europea donde el tema de los peajes puede ser controversial. En España, es una discusión que se lleva desde el Gobierno el último par de años y es que en 2021 hubo un déficit en el mantenimiento de las vías públicas de unos 8.000 millones de euros, suficiente para plantearse nuevos métodos de generar ingresos en cualquier empresa o ámbito público.



LO DIFÍCIL DE APLICAR LOS PEAJES
Aunque ya no tienen los problemas con el efectivo o los empleados de taquilla, las tarjetas contacless y la automatización han reducido esta lentitud, el problema de los peajes es que sigue siendo engorroso y costoso. Parece una tontería al hablar de montos en teoría tan pequeños, pero lo cierto es que buena parte de los conductores hace lo posible por evitar este costo temporal y económico de hacer sus pagos por el gasto público.

Al mismo tiempo las multas, al menos en España, pueden llegar hasta los 200 euros por imitar al ‘Nono Velocidad’, por lo que si es necesario lo inteligente bien debe ser tomarse el tiempo de pagar. Al mismo tiempo no se debe ignorar la utilidad que tienen los peajes, como los impuestos son necesarios para mantener económicamente servicios del día a día que son necesarios para el funcionamiento normal del un país. Desde los servicios de emergencia en las vías hasta sus arreglos y el mantenimiento cotidiano se requiere de ingresos para cubrir los mismos.

Todo esto, sin embargo, no ha cambiado la opinión del intrépido abuelo. De hecho al parecer aun después de la cuantiosa multa que debe pagar mantiene firme su posición de que estos gastos no deberían salir de su bolsillo.

EL ‘NONO VELOCIDAD’ SE NIEGA A PAGAR
Según reporta sobre el caso el Corriere della Sera el acusado ha dicho a su abogado que así como se negaba a pagar los peajes no tiene pensado hacerlo con la multa. «La autopista es un servicio público, no tengo por qué pagarlo, además los precios son demasiado elevados», aseguró en una declaración. Aunque a estas alturas la decisión probablemente escape de sus manos hay algo interesante en su posición, y en cuando a las formas en la que los ciudadanos ven formas de cobro como el peaje.

Toca ver que pasa con el caso, y los antecedentes que marca a futuro. Verdaderamente aún cuando puede entenderse como necesaria no dejan de ser una medida controversial y poco popular. Al mismo tiempo tanto en Europa como, específicamente, en Italia y España hay un movimiento evidente para que se usen menos vehículos propios y que los ciudadanos recurran más al transporte público o a otro tipo de transporte cuando se trata de la larga distancia.

En cualquier circunstancia no estamos hablando sino de un ejemplo de lo difícil que es para el estado convencer al ciudadano de lo complicado que es convencer a los conductores de la necesidad de esta medida. Sumando además que en varias ciudades hay concesiones a empresas privadas para manejar los peajes es normal que exista cierta suspicacia con la medida.