El mes de junio fue el más cálido registrado hasta la fecha en el planeta, básicamente a causa del calentamiento de los océanos, una mezcla de cambio climático y del retorno del fenómeno El Niño, anunció el jueves el observatorio europeo Copernicus.

«El mes de junio fue el más cálido a nivel mundial, un poco más de 0,5 grados Celsius por encima de la media 1991-2020, lo que supera ampliamente el precedente récord de junio de 2019», indicó este observatorio del cambio climático.



En junio la temperatura media planetaria se situó en 16,51º C.

Aunque predecir el rumbo del verano boreal de 2023 (en el hemisferio norte) es difícil, los récords de temperatura se encadenan en el mundo desde abril, siempre según estos datos, lo que aviva los temores de grandes incendios forestales y sequías.



Los datos que maneja el observatorio Copernicus de la Unión Europea se remontan a 1950, y son utilizados como referencia junto a los de la agencia meteorológica estadounidense, NOAA.

Las temperaturas batieron récords en el noroeste de Europa, mientras que en ciertas partes de Canadá, Estados Unidos, México, Asia y el este Australia «fueron netamente más cálidas de lo normal», explica Copernicus.

En cambio, hizo más fresco de lo habitual en el oeste de Australia, el oeste de Estados Unidos y el oeste de Rusia.

Desde hace 15 años el mes de junio supera regularmente las medias del periodo 1991-2020, pero «junio de 2023 está muy por encima de los demás, es un tipo de anomalía al que no estamos acostumbrados», explicó a la AFP Julien Nicolas, científico del observatorio europeo

El precedente récord de temperatura fue en junio de 2019, cuando se situó en 0,37º C por encima de la media.

 

– Canículas marinas –

 

«El récord de junio de 2023 se debe en gran parte a las temperaturas elevadas en la superficie del océano», que constituye el 70% de la superficie del globo, destacó Copernicus.

Las temperaturas ya habían alcanzado niveles récord en mayo en el Océano Pacífico debido a la aparición de El Niño.

En junio, por su parte, el Atlántico Norte experimentó olas de calor marino “que sorprendieron a mucha gente, al alcanzar niveles verdaderamente sin precedentes”, según el experto de Copernicus.

«Uno de los factores es la menor velocidad del viento en amplias zonas del Atlántico Norte”, debido a un anticiclón de las Azores que fue «el más débil para un mes de junio desde 1940».

Ese debilitamiento del anticiclón redujo la mezcla de aguas superficiales y por tanto su enfriamiento.

«Además de eso, está la tendencia al calentamiento de los océanos, que absorben el 90% del calor producido por la actividad humana», agregó Nicolas.

Se han medido «olas de calor marino extremo» en el mar Báltico así como en torno a Irlanda y Gran Bretaña, país que ya confirmó hace unos días su mes récord de junio.

Y la tendencia continúa en julio: el martes 3 fue el día más caluroso jamás medido a nivel mundial, en cualquier mes, según datos preliminares provenientes de Estados Unidos.

El calentamiento será alimentado en los próximos meses por El Niño, que se mantendrá durante todo el año con una intensidad «al menos moderada», según la Organización Meteorológica Mundial (OMM, organismo especializado de la ONU).

Al mismo tiempo, «el hielo marino antártico ha alcanzado su menor extensión para el mes de junio desde el inicio de las observaciones satelitales, o un 17% menos que el promedio», según Copernicus, nuevamente por un margen significativo.

En febrero, al finalizar el verano austral, su superficie había alcanzado su mínimo histórico por segundo año consecutivo.