La joven bombera que se ganó el respeto de una gran parte de la sociedad por su trabajo durante la explosión de San Cristóbal, comparte con orgullo la vocación de ser bombero.

¿Qué hace que una adolescente de 19 años , con toda la vida por delante ingrese a un lugar desconocido, a desafiar las llamas, los gases tóxicos, en medio de una limitada cantidad de aire puro y movimientos muy limitados? La joven bombera de 19 años, Mariah Valera, tiene la respuesta: la incomparable sensación de salvar una vida y el deseo de servirle a la gente.



Sí, estamos hablando de la misma joven cuya mística fotografía en medio de las intensas labores de rescate durante el fuego ocurrido el pasado lunes en la benemérita provincia de San Cristóbal, llenó de orgullo a una sociedad tremendamente perturbada por lo sucedido.

Valera es miembro voluntaria del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional y, fue parte de los equipos de rescate que les tocó enfrentar las llamas causadas por la explosión que a la fecha ha cobrado la vida de 28 personas, lesionó otros tantos y ocasionó indeterminadas pérdidas económicas.



Una familia completa de bomberos.

La adolescente sabe que este es un oficio vocacional que no es  fácil, pues resulta una labor de alto riesgo y gran sacrificio, durante la cual en muchos casos se expone la vida, recibiendo a cambio solo la satisfacción del deber cumplido. Sin embargo es un oficio que ha abrazado de corazón y una vocación que ha heredado de su padre el teniente coronel voluntario del Cuerpo de Bomberos César Augusto Valera.

“Lo que me motivó a ser bombera es que desde pequeña he seguido los pasos de mi padre y además tengo vocación por ayudar a los demás”, asegura Mariah.

Detalla el periódico HOY que la bombera del Distrito Nacional afirma con vehemencia que para una persona ser un buen bombero se necesitan varios factores, más obvios como son disciplina, formación y entrenamiento. También tiene que entender el concepto en general, la palabra bombero tiene toda una magia a su alrededor, que ha cautivado millones de niños a nivel mundial.

“Se necesita principalmente deseos de ayudar a los demás; este es un oficio demasiado lindo, pero también requiere valentía, honestidad, especialmente respeto y mucha vocación”, dice con seguridad la voluntaria.

Cuando suena la alarma y debes correr a una emergencia como la de San Cristóbal, ¿Qué piensas?
Mariah, responde que va armando su estrategia de rescate en la mente “camino a un accidente pienso en ayudar, en que probablemente hay alguien atrapado y al llegar al accidente primero verificar es si hay vidas y trato de que todos mantengan la calma”, asegura.

Experiencia San Cristóbal

De acuerdo con Mariah, fue una experiencia muy fuerte que le tocó vivir con su padre y que ha sido de las más fuertes de su joven carrera, “auxiliar los lesionados, tener que penetrar a espacios llenos de humo y ver estructuras caer fue de verdad muy fuerte, pero estamos para eso”, concluye la valiente bombera.