En muchas ocasiones, pasa que aquellas personas que tienen prisa por ir al trabajo o cumplir algún compromiso, no pueden prender el automóvil, debido a que la batería se descargó durante la noche.

Y es que la batería de un vehículo es la que se encarga de enviar la energía al motor de arranque para permitir que prenda, por lo que si está agotada, entonces no suministrará la suficiente energía necesaria para el encendido.



No obstante, el hecho de que esté agotada no es señal de que requiere cambio. Hay varias causas por las que este componente pierde la carga durante la noche que se pueden arreglar con unos sencillos pasos.

Dejar componentes abiertos: El no apagar las luces u otros componentes del vehículo cuando se termina de usar, puede llevar a un rápido agotamiento de la batería, aunque por lo general, los vehículos modernos cuentan con alertas para prevenir esto.



Drenaje parasitario: La descarga continua de la batería después de apagar el motor, puede darse por una razón conocida como drenaje parasitario, puede ocurrir debido a luces encendidas, fusibles defectuosos o una mala instalación de la batería.

Temperatura extrema: Tanto el frío como el calor extremos afectan la batería. El frío ralentiza las reacciones químicas, mientras que el calor puede evaporar los productos químicos de la batería, agotándose fácilmente.

Alternador defectuoso: Un alternador defectuoso no carga adecuadamente la batería después del encendido, lo que puede llevar a su agotamiento. Además, realizar distancias cortas puede afectar la capacidad del alternador para cargar completamente la batería.

Antigüedad de la batería: Las baterías de automóviles tienen una vida útil limitada, generalmente de tres a seis años. Una batería antigua y desgastada se agotará más rápidamente, incluso después de cargas regulares, y debería ser reemplazada para evitar agotamientos constantes.