La Sociedad de Empresarios de Combustibles y Derivados (SEC) y la Asociación Dominicana de Empresas de la Industria de Combustibles (ADEIC), representantes del sector de los combustibles del país, destacaron que todo combustible líquido que es importado y comercializado en el país cumple con el más alto estándar de calidad y mejores prácticas, tanto nacional como internacional.

El combustible que es importado de manera formal al país es certificado previamente por los agentes internacionales correspondientes, y a su llegada analizado por la Dirección General de Aduanas, para constatar que cumple con todas las características requeridas por la regulación nacional.



Las normas de calidad del sector emitidas por el Instituto Dominicano para la Calidad (INDOCAL), abarcan diversas características, como la inflamabilidad, la viscosidad y estabilidad a la oxidación, además del octanaje, para hacer que el producto se ajuste a los estándares de calidad.

“Los participantes del mercado, desde la importación hasta la distribución de los combustibles líquidos, se esfuerzan por cumplir con todos estos criterios para ofrecer un producto con las características de calidad que cumpla con la regulación dominicana”, destacaron los gremios SEC y ADEIC.



Los gremios resaltaron además que, en vista de que el país es, prácticamente, importador neto del combustible líquido, se cuenta con un proceso robusto de inspección de la calidad del mismo, avalado por las mejores prácticas internacionales al momento de ser admitido al país, liderado por la Dirección General de Aduanas (DGA), para asegurar que cumplan con las normativas establecidas y las leyes dominicanas.

Proceso de importación e inspección de calidad

Al respecto, el sector de combustibles precisó que se inicia con la emisión de un certificado de origen por parte del productor, detallando las características del proceso de producción, realizado por una compañía internacional certificada, la cual solicita al productor una muestra del producto.

El proceso de triple verificación consiste en asegurar que las características declaradas coincidan con la norma y el producto analizado, estos análisis se realizan bajo condiciones y parámetros específicos para evitar que factores ambientales afecten los resultados.

“La refinería de origen, el importador, y la naviera asumen la responsabilidad de garantizar la calidad del producto, así como la Aduana verifica la consistencia entre lo declarado por el productor y el producto real, autorizando la descarga en suelo dominicano en caso de cumplir con la normativa nacional.

Si se detectan desviaciones en las características, se realizan mediciones adicionales para determinar si se trata de un error. En caso de confirmarse que el producto no cumple con los estándares, este no puede entrar a territorio dominicano, hasta tanto las pruebas de calidad no demuestren que el mismo cumple con los requerimientos y normas, aunque, vale destacar que esos casos no son frecuentes”, señalaron SEC y ADEIC.

Una vez en aduanas, comentaron, se lleva a cabo una segunda verificación del producto en territorio dominicano, con la participación de un fiscalizador contratado por el Ministerio de Industria y Comercio, para así garantizar que el producto recibido coincida con las normas establecidas, y si califica, posteriormente, el producto se traslada a los depósitos de las terminales de importación y las distribuidoras.

“Estas medidas de control y verificación se realizan en todas las etapas del proceso, asegurando que el combustible líquido que es distribuido por las compañías formales cumpla con los estándares de calidad requeridos por la regulación vigente, concluyeron ambas asociaciones.