El abogado Julio Cury consideró que ha sido ¨degradante y una vergüenza¨ el ejemplo dado a la sociedad con las diferencias en la lucha por la presidencia del Colegio Dominicano de Abogados, tanto a los que no son gremialistas, como a los que sí lo son.

¨Lástima que el decoro no me permite utilizar el término adecuado, pero a decir verdad el sainete no ha podido ser más deprimente¨, expresó Cury, tras destacar que causa estupor observar cómo los candidatos enfrentados, emotivos y errátiles se han declarado vencedores.



El destacado jurista cree que ¨la degradante culpa¨ la tiene el sistema político y explicó que, si predominara el principio de contrapeso, si existiesen controles, si el Congreso Nacional ejerciera sus atribuciones en control de fiscalización, si el Ministerio Público desempeñara sus funciones al margen de intereses partidarios, pocos se interesarían por acceder a cargos públicos porque las consecuencias de los excesos serían conocidas.

Indicó que lo que ocurre con el Colegio Dominicano de Abogados se reduce a una lucha del control del presupuesto de los recursos que administra esa corporación de derecho público, que tiene su base asociativa privada, pero que percibe tasas por concepto de los servicios judiciales y cree que también las recibe del Presupuesto General de la Nación.



¨Lo que ha ocurrido es una encarnizada lucha por acceder al control de los recursos y el resultado, en vista de las disputas que se han verificado en medios de comunicación social y en redes sociales, también han puesto en evidencia que más que el interés de regular el ejercicio de la profesión, de sistematizarlo, ha sido el acceso a los fondos lo que ha movido tradicionalmente a perseguir posiciones públicas¨, expresó.

Entrevistado en el programa Toque Final con Julio Martínez Pozo, que se transmite por Antena 7, reiteró que la culpa la tienen los partidos políticos qué, a pesar de la escasa o insignificante concurrencia de votantes en esas elecciones, las han apuntalado ante la colectividad como el anticipo de lo que podría ocurrir en los comicios de mayo del próximo año.

Dijo que hay una cierta tendencia a hacerle creer a los demás que en base a esos resultados está el posicionamiento, o mejor dicho la correlación de simpatías políticas predominantes, y que nada es más falso. Sin embargo, indicó que como en el país se utilizan esos artificios para fijar en el imaginario colectivo que esa es la realidad política predominante y se verifican estos enfrentamientos encarnizados por posiciones irrelevantes como para hacer de ellas estos enfrentamientos.

Destacó que no recuerda que haya ocurrido jamás algo como lo que ha acontecido en esa entidad, ni mucho menos que un candidato haya pretendido llegar a acuerdos con los demás. A su entender, hay un factor que debe verse con la ética profesional, entendida como principios y valores que pautan la conducta en el ejercicio de cualquier profesión.

¨No es posible que ambos candidatos con los que se ha pretendido llegar a acuerdos sean idóneos para ejercer esa posición y que haya mediado dinero, lo peor de todo es que entroniza ese pésimo ejemplo que se ofrece a la sociedad, la inmoralidad, el afán de lucro fácil de perseguir posiciones siempre dominados por ese interés de concebir los recursos públicos como cantera de beneficio personal. Aunque no son impuestos de contribuyentes, son tasas que pagan los abogados y las partes que litigan y por consiguiente si tienen naturaleza de fondos públicos¨, manifestó.