Londres.- La BBC revela este lunes evidencias de casos de abusos sexuales y torturas perpetrados a lo largo de unos 20 años por el fundador y telepredicador pentecostal de una de las mayores iglesias evangélicas del mundo, el fallecido TB Joshua.

Según la cadena pública, docenas de centros que pertenecían a Sinagoga, Iglesia de Todas las Naciones (SCOAN), organización religiosa que dirige el canal de televisión “Emmanuel TV” desde Lagos, denunciaron violaciones y abortos forzosos cometidos por el telepredicador nigeriano, que murió en 2021.



Entre las atrocidades cometidas por el líder, que contaba con una inmensa red global de seguidores, figuran numerosos casos de abusos cometidos dentro de un complejo “secreto” situado en Lagos, donde las acusaciones datan de hace casi 20 años.

La Iglesia evangélica no ha respondido a las acusaciones de la BBC aunque ha indicado que otros casos denunciados anteriormente carecían de fundamento.



TB Joshua

Según la pesquisa llevada a cabo a lo largo de dos años, docenas de testigos relatan episodios de violencia física o torturas llevadas a cabo por Joshua, entre ellas abuso de niños y casos de personas atadas y azotadas con látigos.

Numerosas mujeres alegan haber sido agredidas sexualmente por el telepredicador y algunas afirman que fueron violadas por el religioso durante años.

Entre esas víctimas, a una se le obligó a someterse a cinco abortos a consecuencia de los abusos del líder de la organización religiosa, según los testimonios recabados.

También se han descubierto pruebas que destapan los engaños del predicador para producir sus llamados “milagros de sanación”, que se retransmitían a millones de espectadores de todo el mundo.

Entre los más de 25 ‘exdiscípulos’ que hablaron con el citado canal de países como el Reino Unido, Nigeria, Estados Unidos, Suráfrica, Ghana, Namibia o Alemania, algunos contaron que se unieron a la organización cuando eran adolescentes.

Dentro de la investigación, que la BBC llevó a cabo junto con la plataforma internacional Open Democracy, cuatro británicos víctimas del telepredicador indicaron que denunciaron los abusos tras escapar de la Iglesia ante las autoridades británicas si bien no se adoptó ninguna medida.