El director del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie), Víctor Castro, fue acusado por un socio de una empresa de presuntamente haber falsificado su firma y de cometer estafas con una compañía que habrían formado juntos.

El denunciante, de nombre José David Guzmán, quien también es el esposo de la hermana de Víctor Castro, reveló una aparente trama cometida por el actual director de Inabie, con quien fundó en el año 1993 una empresa que originalmente era de productos de limpieza, que más adelante se convirtió en una de venta de aceites y líquidos para vehículos.



De acuerdo al Listín Diario, según explicó el denunciante a la periodista Priena Almonte durante su programa “Luz y Sombra”, todo inició cuando él ofreció parte del capital inicial de la empresa, la cual en un principio dirigió Víctor Castro, al denunciante tenerle “toda la confianza” debido a una amistad de décadas.

Jose David, explicó que desde un inicio dejó todas las decisiones de la empresa en manos del actual director del Inabie, debido a la “confianza y la amistad” que ambos mantenían, otorgando también algunos cheques para el pago adicional de gastos que tenía la entidad, así como incluyendo a su esposa, quien es hermana del funcionario.



No obstante, indicó que todo comenzó a cambiar y “tonarse diferente” con Víctor Castro le propuso crear una SRL, para la cual se necesitaba siete personas, ingresando la hermana del actual director del Inabie con un dos por ciento de las acciones, disminuyendo la participación de José David, a poco más de un tres por ciento, teniendo él originalmente más de un siete por ciento de participación.

A partir de ahí, según se reveló en el programa de televisión con decenas de documentos que contenía la firma de Jose David, la rúbrica de este en diversos papeles de la compañía fue plagiada y falsificada, alegadamente por Víctor Castro.

“Yo tengo todos los papeles de todas las acciones que él movía, quitaba y daba sin mi consentimiento. Él me falsificaba todas las firmas”, aseguró el denunciante.

Asimismo, dijo sentirse traicionado: “No sé por qué Víctor (Castro) que era mi amigo, hizo eso. Él me usó y no compartió ni siquiera lo que me pertenecía. Esa gran ambición del dinero que tiene… Yo lo que me siento es mal por la traición, no por el dinero, sino por una amistad que tenía más de 40 años”.

La aparente falsificación de firmas, también se dio, según reveló el denunciante, cuando crearon una disposición de que José David aumentaría el capital de la empresa a 25 millones de pesos, incrementándolo en 19 millones, cifra que después fue “traspasada” como acciones a nuevos integrantes del negocio, que dijo habrían sido los hijos de Víctor Castro y Diógenes Pichardo, otro accionista de la empresa.

“Yo nunca he representado nada de esa empresa, nunca he vendido acciones ni nada a Víctor ni a nadie, ni sabía que tenía esas acciones, incluso hay documentos donde se ven iniciales que no son mías, no están escritas correctamente”, denunció José David.

Con el paso del tiempo, José David indicó que tenía intenciones de proceder por la vía legal, pero Víctor Castro se habría reunido con él con la promesa de “poner en orden” las acciones y demás disposiciones de la empresa y su nombre, haciéndolo firmar una constancia, que finalmente perjudicó al denunciante.

Tras esto, Víctor Castro habría “desaparecido” durante varios años, dejando inconcluso el tema con su socio, hasta que una demanda se realizó por parte del denunciante, pero la corte falló a favor de la empresa, alegando que José David sólo tenía el 0.056 por ciento de las acciones.

Sin embargo, una certificación solicitada y mostrada en la investigación del registro mercantil de la empresa en cuestión, reveló que los estatutos de la empresa y el orden de los accionistas no se ha cambiado desde el año 1993.