Carlos III, de 75 años, sufre un cáncer diagnosticado menos de año y medio después de suceder a su madre, Isabel II, en el trono británico y comenzó un tratamiento pese al cual seguirá «atendiendo los asuntos de Estado».

La enfermedad, de cuyo tipo y alcance no se dieron detalles, fue descubierta a raíz de una operación a la que se sometió en enero, anunció el lunes el Palacio de Buckingham.



«Durante la reciente intervención del rey en un hospital por hipertrofia benigna de próstata, se detectó un problema concreto» y «las pruebas posteriores identificaron una forma de cáncer», explicó en un comunicado.

Esta mala noticia se suma a una serie negra de la familia real británica, que incluye una misteriosa operación abdominal de su nuera Catalina de Gales, esposa de su primogénito Guillermo, y un cáncer de Sarah Ferguson, exesposa de su segundo hijo, Andrés.



El rey «ha iniciado hoy un tratamiento, durante el cual los médicos le han aconsejado que posponga sus eventos públicos», anunció la casa real británica, pero seguirá «atendiendo los asuntos de Estado y las tareas administrativos como de costumbre».

Según el Palacio de Buckingham, el monarca «es muy optimista sobre su tratamiento y espera reanudar sus funciones públicas lo antes posible».

 

– Enrique, junto a su padre –

 

Tras conocer la noticia, el príncipe Enrique, que vive en Estados Unidos con su esposa la exactriz Meghan Markle y sus hijos, conversó con su padre y lo visitará en el Reino Unido en los próximos días, indicó la agencia de prensa británica PA.

Siguiendo con la línea de transparencia iniciada con motivo de su operación de próstata, Carlos III ha «optado por compartir su diagnóstico para evitar especulaciones, y con la esperanza de ayudar al público a comprender a los afectados por el cáncer en todo el mundo», agregó el palacio.

El primer ministro conservador, Rishi Sunak, deseó «un pronto restablecimiento» al rey en la red social X.

«No tengo dudas que reencontrará rápidamente todas sus fuerzas y sé que todo el país le envía sus mejores deseos», afirmó Sunak.

Carlos III, que se convirtió en rey tras la muerte de Isabel II, el 8 de septiembre de 2022, ha gozado en general de buena salud, salvo lesiones en los deportes que practica, como polo y esquí.

El monarca salió el pasado 29 de enero del hospital en el que fue operado de hipertrofia «benigna» de próstata.

Carlos abandonó la clínica tres horas después de su nuera Catalina, que había sido ingresada trece días en el mismo centro para someterse a una misteriosa cirugía «abdominal», aunque la prensa británica descartó que sea un cáncer.

Frente al secretismo que había acompañado la hospitalización de su nuera, la casa real decidió ofrecer detalles de la dolencia del rey para animar a los ciudadanos varones a hacerse pruebas, cuando la monarquía no suele dar muchos detalles clínicos.

Y la iniciativa de la casa real tuvo éxito, ya que se dispararon las visitas a la página dedicada a esta dolencia en el sitio del NHS, el servicio público de salud británica.

Tras este nuevo anuncio, es posible que se produzca un efecto parecido y los ciudadanos se preocupen por las pruebas de cáncer.

– Ruptura con el pasado –

 

La transparencia con los detalles de salud del rey supone una clara ruptura con el pasado.

La causa anunciada de la muerte de Isabel II en septiembre de 2022, con 96 años, fue la vejez, aunque un biógrafo real había afirmado que tenía cáncer de médula ósea.

Al padre de Isabel II, el rey Jorge VI, gran fumador, le extirparon un pulmón en septiembre de 1951, sin que se hiciera público.

Nunca se recuperó, murió en febrero de 1952 y con el tiempo se reveló que tenía cáncer de pulmón.

Estos problemas de salud del rey pueden hacer volver a la palestra la eventualidad de una abdicación, que ya tomó cierto eco tras el paso dado a mediados de enero por reina Margarita II de Dinamarca, que cedió la corona a su hijo Federico.

A ello se une que el hijo mayor de Carlos, de 41 años, es mucho más popular que él.

El príncipe Guillermo es el más popular entre los miembros de la familia real, con un 68% de opiniones favorables, según un reciente sondeo de YouGov, delante de su tía la princesa Ana, con un 67%, y su esposa Catalina, con un 63%.

El rey aparece en esa encuesta en la sexta posición, con un 51%.