Aunque a estas alturas nadie pone en duda que Donald Trump será el candidato republicano a las presidenciales, es muy probable que se haga oficial este martes si consigue los votos necesarios en las primarias en cuatro estados, incluido Georgia.
El expresidente es el único republicano en la carrera para los comicios de noviembre después de eliminar a la competencia (una decena de candidatos) durante los últimos meses.
Su última rival, Nikki Haley, tiró la toalla el pasado 6 de marzo.
Pero para ser designado candidato oficial del partido todavía necesita ganar un cierto número de delegados, es decir los representantes encargados de nominar al candidato durante una convención a mediados de julio.
Donald Trump necesita 1.215 delegados para garantizar la nominación, un umbral que podría superar el martes, cuando cuatro estados estadounidenses celebran primarias.
– Inculpación –
Entre ellos, Georgia, con el que Trump mantiene una relación complicada.
Este estado del sureste del país, fronterizo con Florida, suele inclinarse por el candidato republicano en las elecciones presidenciales.
Sus habitantes se decantaron por él frente a Hillary Clinton en 2016, pero le dieron la espalda en 2020 votando por Joe Biden.
El margen de votos entre ambos fue pequeño, menos de 12.000, y Donald Trump nunca reconoció su derrota.
El septuagenario presionó a los funcionarios electorales estatales, pidiéndoles en una llamada telefónica que «encontraran» el número de votos que necesitaba para ganar.
La conversación telefónica se hizo pública y las autoridades de Georgia presentaron una denuncia por la que Donald Trump se expone a una pena de cárcel tras pasar por el bochorno de que le tomaran una fotografía policial en la capital, Atlanta, que ha dado la vuelta al mundo.
– Cita en noviembre –
Como en 2020, Georgia también podría ser decisiva en las elecciones de noviembre. El duelo anunciado es el mismo: Donald Trump, de 77 años, contra Joe Biden, de 81, y la brecha es muy estrecha, según las encuestas.
Los dos dieron mítines en este estado el sábado. Se enfrentan en dos temas recurrentes, la edad del presidente estadounidense y la migración.
Reforzado por un discurso combativo la semana pasada ante el Congreso, Joe Biden viajó a Atlanta para movilizar al electorado afroestadounidense e hispano.
Trump ha intensificado sus ataques contra los migrantes que cruzan la frontera con México, que considera que «envenenan la sangre» del país.
Fiel a su estilo, el expresidente también se burla de Biden durante sus mítines, imitando su forma de hablar (tartamudea a veces) y de andar, un poco rígida.
Pensilvania, Michigan, Arizona, Carolina del Norte, Wisconsin y Nevada son algunos de los otros estados potencialmente decisivos en noviembre, lo que los estadounidenses llaman «estados bisagra».