La difícil, y necesaria, necesidad de documentar las expresiones de una comunidad nacional se encuentra no notables excepciones, nacida de cuando se dan condiciones excepcionales.

La presentación del libro de arte,  Gayumba y La magia de la escena, en un recorrido por el origen y desarrollo de este emblemático grupo que ofreció al público 40 años de buen arte escénico, que resume la exposición homónima realizada desde el 7 de marzo pasado en el Centro Cultural Banreservas, constituye un acontecimiento editorial cuya trascendencia queda fuera de toda duda.



Privilegiados fueron los asistentes al acto, realizado en el Patio Español  del CCBR que  recibieron como regalo el libro de arte con las 189 imágenes a color y blanco y negro, descriptivas de la labor teatral de Gayumba.

Tiene que darse la labor de un grupo artístico que ha hecho historia en la escena (Teatro Gayumba) la disposición profesional de un fotógrafo para ser el voluntario que seguiría sus funciones, una por una, en el país o el exterior.



Manuel Chapuseaux y Mariano Hernández se conocieron en 1968 en Puerto Plata, cuyo padre fue nombrado director de la JCE en la ciudad Atlántica. Ambos gustaban del ajedrez y en las competencias que ganaba Chapuseaux, quien era muy inteligente.

Luego ambos vinieron a estudiar arquitectura en Santo Domingo, cuando Manuel estaba en el Teatro Estudiantil (El pastel y la torta), a cuyas presentaciones Mariano llevaba su hija Peggy a quien  le hacía fotos, aprovechando para hacer fotos de las obras de Teatro Gayumba, integrado por Nives Santana y Chapuseaux.

Y se produjo el milagro: la magia del teatro que, hacia aquella pareja, encandiló a Mariano Hernández, para entonces hacia sus pininos profesionales como fotógrafo orientado a las expresiones de artes visuales, el carnaval en sus diversas expresiones…y el teatro.

Pero con Gayumba se daba una relación distinta: el arte de estos dos teatristas, le trascendía y Mariano se rindió a servirles. Asistía a todas las funciones que podía y las iba registrando fotográficamente.

Cuando el grupo tenia que salir a presentarse fuera del país, era invitado por Gayumba, como cuando fue a Venezuela y Cuba, entre otros países.

La labor del fotógrafo

Las imágenes de las escenas de Mariano Hernández, una parte de las cuales una parte fueron presentadas en el Centro Cultural Banreservas en marzo pasado bajo el título Gayumba y La magia de la escena, en un recorrido por el origen y desarrollo de este emblemático grupo que ofreció al público 40 anos de buen arte escénico.

¿Qué ocurre con el arte fotográfico cuando relata el arte escénico de Gayumba?

Las imágenes de Mariano Hernández reflejan una perspectiva de multivalores visuales porque ofrece detalles e instantáneas, dentro de una mima imagen, que describen.

Se notan en las fotos, el sello de un profesional que transformado la cámara en una extensión de su orgánica extensión visual de su cuerpo.

A la belleza plástica de las fotos contribuye la expresión facial de los dos actores que recorren un arco desde lo dramático, lo lúdico y lo cómico.

Otra habilidad del artista, es saber captar el llamado “punto amarillo” el justo momento de mayor expresividad, a lo cual agrega la composición de elementos que trazan paralelismos esenciales, cuerpos centrados, rostros, miradas develadoras de sentimientos transmitidos.

Esa es la magia que encandiló a Mariano Hernández y que transformó su labor por Gayumba en una especie de sacerdocio oficiante con el deseo de perpetuar la belleza en escena, emanada del trabajo de solo dos personajes, asidos de escenografía de la brevedad logística: trozos de madera que hacen de espadas, pedazos circulares de hojalata que se transforman en yermos, vestuarios de época sugeridos con trozos de cortina, sábanas, todo tomando vida propia gracias al talento de Santana y Chauseaux.

SPLUZSH

El libro es diseñado por Samanta Sanchez Franco, con la corrección de Salvador Tavares. La publicación fue impresa en Amigo de Hogar.