Era el cara a cara que más esperado del juicio contra Donald Trump: un testimonio de gran importancia jurídica y contenido sexual. El expresidente de Estados Unidos, que siempre se ha jactado de estar al mando, tuvo que guardar silencio y escuchar a una exestrella porno describir en público un encuentro de alcoba que según él nunca ocurrió.
«Cuando abrí la puerta del baño para salir, el Sr. Trump había entrado en la habitación», dijo Stormy Daniels en el tribunal de Nueva York que juzga al magnate por falsificar documentos para enmascarar un pago de 130.000 dólares a la exactriz para que guardara silencio por este episodio que podía perjudicar su campaña electoral de 2016.
«La intención era bastante clara: alguien que se había quedado en calzoncillos sobre la cama esperándote».
Trump mantuvo la mirada fija al frente durante la declaración de Daniels, que describió el encuentro con lujo de detalles pese a los esfuerzos del juez para que no fuera tan gráfica.
«No llevaba ropa ni zapatos, creo que aún tenía puesto el sujetador. Estábamos en la posición del misionero», describió.
¿Llevaba condón?, «No», respondió. ¿Fue breve? «Sí».
Quien se sintió desconcertado con el contenido para adultos fue el juez Juan Merchan, que por momentos parecía molesto y luchó para que Daniels se limitara «a responder a las preguntas» después de repetidas objeciones de la defensa, varias de las cuales él aceptó.
Incluso así, Daniels reveló muchas intimidades.
Dijo al tribunal que el expresidente la llamaba «Honeybunch» (dulzura), y describió múltiples llamadas telefónicas con él, algunas de las cuales puso en altavoz para entretener a sus amigos.
El encuentro ocurrió en 2006, recordó, después de que Trump la invitó a cenar durante un torneo de golf a orillas del Lago Tahoe.
Cuando ella bajó del ascensor al apartamento, en el último piso, Trump la recibió en «pijama de seda o satén» y como era un poco temprano, le dijo que que quizá podrían «hablar un poco» y «conocerse».
Según ella, el magnate le preguntó si tenía novio, sobre la economía de la industria del porno y el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual en su trabajo.
«Le dije que bueno, que nos hacíamos pruebas cada 30 días», relató Daniels ante el tribunal, mirando de vez en cuando directamente a Trump, que no le devolvió la mirada.
– «Me besó» –
Daniels dijo que hablaron de la esposa de Trump, Melania, con la que se había casado un año antes. «En realidad ni siquiera dormimos en la misma habitación», le habría dicho el magnate, quien también invitó a la actriz a su exitoso programa televisivo «El Aprendiz».
También relató que Trump le dijo que «le recordaba a su hija (Ivanka) porque era inteligente y rubia».
Cuando Trump le mostró una revista con él en la portada, ella bromeó: «Alguien debería azotarte con eso», dijo ante el tribunal.
«Me miró como retándome a hacerlo… así que le di un golpe con ella justo en el trasero».
Dijo que se vieron al día siguiente y que volvieron a verse en un acto en la Torre Trump de Nueva York y en Los Ángeles, pero que no volvieron a mantener relaciones sexuales.
La fiscalía trata de demostrar con el interrogatorio a Daniels, cuyo verdadero nombre es Stephanie Clifford, que Trump encubrió los pagos que le hizo para silenciar el supuesto encuentro sexual.
El expresidente y actual candidato republicano para 2024, vestido de traje azul y corbata dorada, acompañó el testimonio recostado en su silla, con la cabeza inclinada, y hablando a veces con su defensa.
Daniels parecía haberlo afectado incluso antes de entrar en la sala del tribunal de Manhattan.
«Me acaban de decir quién es la testigo de hoy. Esto no tiene precedentes, no hay tiempo para que los abogados se preparen», bramó Trump en las redes sociales, antes de borrar el mensaje.
Vestida con un sobrio traje pantalón negro, Daniels dijo que el sexo fue consentido y que el comentario de Trump fue «que había sido genial».
Daniels dijo que le temblaban las manos mientras se vestía rápidamente. «Él fue a darme un beso de despedida, yo me fui tan rápido como pude».
Los abogados de Trump pidieron la anulación del juicio, diciendo que gran parte del testimonio de Daniels no tenía nada que ver con los cargos de fraude que enfrenta el expresidente.
El juez denegó la petición, pero añadió: «Estoy de acuerdo en que había algunas cosas que era mejor que quedaran sin decir».