El vitíligo es una enfermedad cutánea, crónica y no contagiosa que ocasiona un trastorno en la pigmentación de la piel. El 25 de junio se celebra el Día Mundial del Vitíligo, con la finalidad de dar a conocer información sobre esta patología y como afecta a las personas que la padecen.
Se requiere sensibilizar y concienciar a las personas sobre esta condición dermatológica autoinmune, que afecta aproximadamente a un 2% de la población a nivel mundial no solo en la piel, sino en su autoestima.
¿Qué es el vitíligo?
El vitíligo es una enfermedad autoinmune y progresiva de la piel, caracterizada por la aparición de manchas o lesiones acrómicas de diversos tamaños denominadas máculas, de color blanco nacarado y con una superficie lisa.
Ello es ocasionado por la destrucción de los melanocitos (células responsables de la pigmentación de la piel), disminuyendo la producción de melanina en varias partes del cuerpo, tales como contorno de los ojos, fosas nasales, cara, codos, tobillos, axilas, rodillas, manos y pies.
Si la lesión aparece en áreas pilosas (cuero cabelludo, pestañas, cejas y genitales) afectará el color del vello, conocido como poliosis.
Este trastorno se vincula a factores tales como predisposición genética, estrés y se ha asociado a otras enfermedades (diabetes, Enfermedad de Adisson, anemia perniciosa y trastornos tiroideos). Se desarrolla, en promedio, a partir de los 20 años de edad, con mayor prevalencia en la población femenina y algunos grupos étnicos.
Diagnóstico, tratamiento y recomendaciones
El diagnóstico del vitíligo es efectuado por un dermatólogo, mediante una evaluación clínica en la piel del paciente, utilizando una lámpara de hendidura o de Wood. Emite una luz ultravioleta que permite detectar las lesiones en el cuerpo.
En cuanto al tratamiento del vitíligo para restaurar la pigmentación de manera parcial y temporal se aplicará dependiendo del grado y ubicación de las lesiones, así como la edad del paciente. En todos los casos es muy importante evitar la exposición directa al sol. Estas son algunas opciones o alternativas:
Proteger la piel del sol, así como de fuentes artificiales de luz ultravioleta.
Utilizar protector solar con un elevado factor de protección y resistente al agua.
Utilizar prendas de vestir que protejan la piel del sol.
Evitar el uso de camas bronceadoras y lámparas solares.
Evitar la colocación de tatuajes, especialmente en la zona de las lesiones.
Consumir vitaminas (Ginko Biloba, vitamina C, vitamina B-12, ácido fólico y ácido alfa-lipoico).
El vitíligo, por ser una enfermedad visible, que afecta estéticamente al paciente, ocasionando rechazo o poca aceptación en su entorno social y familiar. Esto genera como consecuencia baja autoestima, ideación suicida (en algunos casos), estrés, irritabilidad, agresividad, aislamiento social, depresión y ansiedad.
Resulta pertinente buscar apoyo profesional especializado (dermatólogo, psicólogo), a fin de efectuar un adecuado seguimiento y control del paciente, aunado al apoyo familiar para afrontar esta enfermedad.
Es de vital importancia concienciar a la población mundial sobre el vitíligo, para normalizar esta condición o trastorno en la Sociedad y evitar la discriminación y rechazo hacia las personas que la padecen.